La tradición celta es una de las más antiguas y
extraordinarias que existen en el mundo. Sus costumbres, leyendas e historia
resultan muy atractivas para el curioso. Los proverbios celtas, a su vez,
siguen estando vigentes en el ideario popular como una fuente de sabiduría
importante.
Eran grandes aficionados a las artes, lo que les confería
una sensibilidad muy especial. De ella surge también su conocimiento, que da
lugar a los famosos proverbios celtas. Destacan por su sinceridad, su
honestidad aplastante y sobre todo por su sabiduría interna.
1. Un huésped constante nunca es bienvenido
Ser hospitalario es una virtud; abusar de la confianza del
anfitrión, una falta de educación. Si vas a visitar a un familiar o amigo,
recuerda permanecer el tiempo adecuado. No debes olvidar que estás en una casa
que no es tuya y que por lo tanto solo eres un invitado.
Los días o semanas que estés allí procura ayudar en todas
las tareas. Sé amable y cortés, y antes de irte, regala al dueño un detalle. De
esta forma sabrá de tu gratitud y volverá a invitarte en un futuro.
2. Acuéstate con perros y te levantarás con pulgas
Este es uno de los proverbios celtas más conocidos. Ten
cuidado con las personas con las que te relacionas, sobre todo si sabes que no
son buenas, sobre todo si depositas en ellas confidencias que pueden volverse
en tu contra. Muchas veces tendemos a acercarnos a gente que no nos conviene
por diversas razones, de manera que en terreno social la inteligencia también
puede conferirnos una gran ventaja.
Si después de ignorar las advertencias te ves perjudicado
por tu decisión, la responsabilidad será tuya.
3. Contra las palabras llenas de ira nada mejor que una boca
cerrada
Ante insultos, gritos y amenazas, lo más elegante y acertado
que se puede hacer es no contraatacar. Una persona enfadada muchas veces manda
mensaje sin pensar en el contenido, en la forma o en los dos aspectos. No
caigas en la tentación de ponerse a su altura y sé prudente, especialmente si
valoras la relación que tienes con esa persona.
La sensatez y el saber elegir las palabras son habilidades
imprescindibles para que una discusión acalorada no termine desviándose al
terreno de lo personal, produciendo de esta manera heridas profundas. La
contención en este sentido demuestra tu nobleza y tú saber estar: si tú no
bajas al nivel de la otra persona, lo más habitual es que esta, tarde o
temprano, se termine incorporando al tuyo. Además, te habrás ganado su respeto
y admiración.
4. Algunas de las bayas más dulces crecen entre las espinas
más puntiagudas
Muchas veces nos sentimos desalentados con nuestras metas
vitales. Nos damos cuenta de que nos estamos esforzando al máximo, pero no
vemos los resultados: hacemos una fuerza que no genera trabajo. Los celtas nos
dicen que intentemos que esta situación, difícil seguramente, termine con tus
reservas de esperanza: con el esfuerzo y la constancia, los resultados llegan
en positivo, aunque no siempre sean los esperados.
El trabajo duro es gran aliado de la suerte. Puede que el
camino sea largo y lleno de obstáculos, pero la recompensa siempre merecerá la
pena. Piensa que de poco sirven algunas inspiraciones si no nos pillan
trabajando.
5. Mira hacia el sol, pero no le des la espalda a la
tormenta
Todos tenemos épocas buenas y malas; por mucho que queramos
lo constante o lo cotidiano, la vida tiene una naturaleza dinámica. Este es uno
de los proverbios celtas que te invita a mirar hacia el futuro con optimismo,
pero no te confíes: puede que la tormenta te pille por sorpresa. Los celtas nos
dicen que intentemos mantener un sano equilibrio entre la ilusión y la
precaución, entre la aventura y el «por si acaso», de manera que el crecimiento
por tu parte sea posible en cualquier circunstancia.
En este sentido, el valiente no es el que ignora los miedos,
sino el que actúa sobreponiéndose a ellos. El que se atreve a calibrar riesgos
y actúa asumiendo las consecuencias de sus decisiones.
6. Perdona el error, pero no lo olvides
Perdonar es de sabios, pero olvidar es de necios. Perdona a
aquellos que te hayan hecho daño y olvida el hecho particular, pero guarda en
tu memoria aquello que aprendiste. Especialmente si el daño causado no fue intencionado,
te han pedido perdón o has apreciado por parte de la persona que se equivocó un
intento de reparación.
El perdón te hará fuerte y a la vez más sabio. Utiliza la
lección que hayas aprendido para entender cómo pueden sentirse los demás cuando
tú te equivocas. Piensa que la convivencia es sobre todo un ejercicio de
empatía, especialmente en y ante el error.
7. La verdad es a veces amarga. Pero como toda medicina, es
necesaria de tragar
Hay veces que nos da tanto miedo la verdad, que preferimos
escuchar la mentira. Nos engañamos a nosotros mismos para no hacer frente a las
situaciones… cuando en el fondo sabemos que es un error. Aceptar es el primer
paso para el cambio, para la actuación e incluso para la resignación cuando no
tenemos margen para nada más.
A largo plazo, si la mentira es de calado, acaba haciendo
más daño que la verdad.
Estos proverbios celtas no hacen más que resaltar que los
celtas eran un pueblo con reflexiones clásicas, entendiendo como clásico
aquello que difícilmente se puede hacer mejor. Además de astutos estrategas,
fueron pioneros al permitir que las mujeres tuvieran acceso a la propiedad
privada sin depender de ningún hombre.
Hoy en día, sus enseñanzas cobran más peso que nunca y nos
demuestran que la tolerancia, la prudencia y la comprensión del mundo ya eran
temas sobre los que se reflexionaba hace más de mil años.
Muy buenas enseñanzas, algo queda de entonces, pero solo algo, Abrazos
ResponderEliminarHola Ester, si son unas buenas enseñanzas para tenerlas en cuenta, pero como tu dices, queda poco. Un abrazo
EliminarQue pena que esas enseñanzas solo queden en libros y en recuerdo chamuscadas...que pena...
ResponderEliminarFeliz semana Ana.
Bss.
Si Carmen si, una pena...Pero es cuestión de poner cada uno un poquito de interés y seguir poniéndolas en practica. Un abrazo
EliminarSon grandes enseñanzas que deberíamos tener siempre en cuenta. Un abrazo, Ana.
ResponderEliminarPues sería volver a tener coherencia en todo. Gracias Rita, un abrazo
EliminarHola Ana.. Toda una lección, todas muy interesantes y aleccionadoras..
ResponderEliminarUn abrazo..
Vaya que sí Llorenç, todas para tomarlas muy en cuenta. Un abrazo
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