LAS ENERGÍAS

Siempre estamos aferrándonos a un montón de cosas, incluso cuando no nos damos cuenta de que lo estamos haciendo y con ello bloqueando nuestras energías.

Estas energías pueden ser para nosotros lo mismo que los virus para un disco duro. Ellos crean el desorden. Y el desorden crea pesadez y dolor. El dolor y la enfermedad son a menudo el resultado de la energía estancada. Cuando el prana, la fuerza vital, no es libre de fluir a través de nosotros, crea dolor. Ese dolor puede ser un dolor en el cuello, de mano, de cadera, o puede ser que las emociones reprimidas se queden pegadas mucho tiempo en cualquier órgano, produciéndonos una enfermedad grave, o cualquier otro dolor.

El desorden también crea confusión. Cuando hay desorden en nuestras energías, es más difícil pensar con claridad. Es más difícil de responder en lugar de reaccionar. Es más difícil ser creativos e innovadores. Tenemos que limpiar estos viejos patrones a fin de crear espacio para algo nuevo.

Aquí es donde el yoga puede ayudarnos. El yoga nos da la oportunidad de sintonizar con nuestros cuerpos y mentes y dejar de lado el desorden. También nos da la oportunidad de ver dónde hemos puesto nuestras energías. Cuando nos sintonizamos con el dolor y la energía estancada en el cuerpo, con el tiempo, podemos aprender a respirar en ella, ablandarla, y dejar que comience a moverse de nuevo. Eventualmente, el dolor comienza a desaparecer.
Cuando nos sentamos a meditar, podemos ver nuestros pensamientos y simplemente dejarlos ser. Cuando los dejamos ir y venir sin quedar atrapados en ellos, con el tiempo, se vuelve más fácil simplemente dejan de surgir y desaparecen.