JUAN SALVADOR GAVIOTA

“Amanecía, y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo. Chapoteaba un pesquero a un kilómetro de la costa cuando, de pronto, rasgó el aíre la voz llamando a la Bandada de la Comida y una multitud de mil gaviotas se aglomeró para regatear y luchar por cada pizca de pitanza. Comenzaba otro día de ajetreos”.

Así comienza el maravilloso libro, Juan Salvador Gaviota.

Hace unos días he estado en la playa y allí viendo volar y planear a las gaviotas, me vino el recuerdo de aquel magnífico libro, que fue mi primer vuelo en la incursión a la lectura por placer, sin que nadie te obligara a leer lo que muchas veces ni apetecía, ni te gustaba, pero cuando este libro cayó en mis manos y empecé a leerlo, me impacto tanto que hoy, casi cuarenta años después, podría narrarlo tal cual.

Cada libro tiene su encanto y su forma de llegar a nuestro ser, para ello hay que leerlos en el momento justo y adecuado, y tener la mente y el alma abierta para que se queden impregnados en ella.

Pocos quedaran de mi generación, sin leer Juan salvador gaviota. Si lo habéis  leído, esta entrada  traerá recuerdos a vuestra mente, esperó que os gustara tanto como a mí.