El zen no se basa en ningún dogma ni en ninguna ideología.
La experiencia del Zen es por lo tanto, la experiencia de la
iluminación, de satori, y ya que esta experiencia, finalmente trasciende toda categoría de pensamiento, Zen
no se interesa en ninguna abstracción ni conceptualización. No tiene ninguna
doctrina o filosofía especial, ningún credo ni dogma formal y acentúa su
libertad de todo pensamiento fijo, esto lo hace verdaderamente espiritual. La
esencia del Zen está en práctica shikantaza en la que nos concentramos en el
hecho de estar sentados y respirar con un espíritu mushotoku, sin deseo de
provecho, sin fin, sin elección ni rechazo.
Vivir una vida no separada de los otros ni del universo.
En el zen, el ideal y la realidad no están separados. Son
como la cara y el dorso de una hoja de papel. El ideal se realiza en la vida
cotidiana. El zen no recomienda retirarse del mundo, sino al contrario
practicar con los otros y estar activo en el mundo del trabajo. En el trabajo,
el espíritu del zen, es el amor al trabajo bien hecho, a la concentración aquí
y ahora para cumplir lo mejor posible la tarea, sin egoísmo, el resultado viene
dado por añadidura. Así, el samu, el trabajo manual se efectúa en los dojos y
templos zen respetando el entorno como un servicio dado a la comunidad.
La vida cotidiana es la Vía de Buda. El zen no es un
moralismo. No es ni moral ni amoral. La práctica de zazen permite encontrarse a uno mismo,
despertándose a la realidad de mundo, a
la fuente de los preceptos. Por ejemplo no matar, no significa solamente
quitar la vida a alguien, lo que sería como matarse a uno mismo, sino también
continuar la vida de Buda. No robar, no es tomar lo que no os pertenece, pues
nada nos pertenece definitivamente, llegamos desnudos a esta tierra y no
podemos llevarnos nada a nuestra tumba. No hay nada que conseguir, nada que
robar, tampoco nada que rechazar. No mentir, es verse tal como uno es, sin
ilusionarse y sin falsedades. No codiciar, es tener pocos deseos.
Gracias por estos momentos de paz. Besicos.
ResponderEliminarVisto así todos deberíamos ser buena gente, y sin embargo ... Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias
ResponderEliminarAna, que lindas páginas para la enseñaza y la reflexión nos dejas.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo: (No mentir, es verse tal como uno es, sin ilusionarse
y sin falsedades). No codiciar es tener pocos deseos.
Gracias
Unbeso.
Todo esta en nosotros y cuando miramos la vida como un camino de aprendizaje y sabiduría comprendemos que todos tenemos nuestro destino y forma para aprender el don que se esconde dentro de cada ser.
ResponderEliminarBesos
!UFF..!! Toda una clase magistral, tendremos que ponerlo en practica, haber si el mundo mejora....
ResponderEliminarSaludos Ana...
Muy bueno la verdad lo que nos has explicado.
ResponderEliminarMuchos besos