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viernes, 25 de septiembre de 2015
10 comentarios:
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color.
A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
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Las palabras son armas de doble filo, debemos pensar antes de proferirlas. Saltos y brincos
ResponderEliminarProduce más dolor y mucho más duradero una mala palabra que una espada. Besicos.
ResponderEliminarAsí es, pero tampoco hay que ser sabio, para sanar la herida que hace una palabra mal dicha, hablando con conocimiento y empatia, nunca se hace daño.
ResponderEliminarUn beso.
Así es ¡Una imprudente palabra nuestra ruina a veces labra!
ResponderEliminarBesos
André
Es una gran verdad cuando se habla sin reflexionar, se puede hacer mucho daño, sin embargo una palabra mesurada y entregada con amor es a veces un bálsamo para el alma.
ResponderEliminarBesos
!Ah! El poder de las palabras... según como se dicen, y quien las pronuncia...
ResponderEliminarUn abrazo Ana...
adevărat, cuvintele pot răni !
ResponderEliminarprefer cuvântul ce clădeşte !
cu drag, îţi doresc un weekend liniştit!
EXCELENTE!!!
ResponderEliminarABRAZOS
Sí, hablar sin meditar lo que se dice, sin discernimiento, deja lo conveniente de lo dicho en el azar. Y el azar, conviene dejarlo para los juegos.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué difícil es saber callar a tiempo, es más fácil acertar con una sonrisa.
ResponderEliminarSaludos.