Cuando entramos en una fase de sufrimiento o vemos
desconsuelo a nuestro alrededor, cuando todo lo que nos rodea parece caótico o
desastroso, entonces rezamos. No sabemos cómo ni a quién, pero rezamos pidiendo
una solución a nuestros problemas. Hemos aprendido una serie de frases, que en
la mayoría de los casos ni siquiera comprendemos, pero la repetición alivia,
aunque nuestro estado interno sea un estado de confusión y desorden.
Si de verdad queremos que la oración sea escuchada, si de
verdad queremos pedir algo, esa petición debe llenarse e impregnarse de lo
mejor de nosotros mismos.
La manifestación de la confianza y la certeza de ser uno con
la LUZ, a la que se le puede dar cualquier nombre. Es entonces cuando la
oración no sale despedida sin control hacia una meta. Puesto que si existe el
impulso del corazón que expande su energía a todo el universo.
La oración requiere desprenderse de esa fuerza que quiere
imponer su voluntad y que todo se cumpla rápida y egoístamente. Lo importante
de la oración es la humildad y la sencillez a la vez que la intención pura de
amor universal.
La oración, un mantra... es una de las maneras q tenemos para comunicarnos con Dios, por eso, nuetras propias palabras salidas del corazón también son escuchadas... lo importante que salgan del CORAZÓN.
ResponderEliminarGracias!!
GRACIAS, por haber vuelto.
ResponderEliminarMe encantan tus comentarios, gracias.
Un abrazo