Muy buena comparativa. Es posible pedir perdón y que se te pida; y, es posible, que con el tiempo y con acciones adecuadas, ese corazón deje de estar tan arrugado.
Me ha gustado ese consejo Ana, yo estoy dispuesta a hacerlo, de hecho no le deseo nada malo ni a mi enemigo. El daño psicológico para mi es el peor. Un beso amiga Feliz semana.
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color. A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
Las disculpas no reparan el daño, de ahí que el perdón sea cosa divina. Un abrazo
ResponderEliminarEs un buen ejemplo, pero creo que la mayoría de las veces hacemos daño, sin pensar que al otro le puede sentar mal.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buena comparativa.
ResponderEliminarEs posible pedir perdón y que se te pida; y, es posible, que con el tiempo y con acciones adecuadas, ese corazón deje de estar tan arrugado.
Abrazos.
Hola Ana.. Ciertamente hay daños físicos, psíquicos o morales que no se pueden reparar..
ResponderEliminarUn abrazo..
Me ha gustado ese consejo Ana, yo estoy dispuesta a hacerlo, de hecho no le deseo nada malo ni a mi enemigo. El daño psicológico para mi es el peor.
ResponderEliminarUn beso amiga
Feliz semana.