Phyllis Sues nació en la ciudad de Nueva York el 04 de abril
de 1923, a los 14 años tuvo su primera lección de ballet y desde ese día
conoció su verdadera vocación...
Tres carreras y una vida, ese es el tiempo que me tomó
llegar a donde estoy hoy. Para saber quién y cómo soy. Necesité de dedicación,
deseo e intrepidez diaria. Y no fue hasta mis 80 años que comencé a hacer este
real cambio.
Comencé mi propio sello de moda con 50 años, se convirtió en
un músico y aprendido italiano y francés en mis 70, se llevó a tango y trapecio
en 80 y entré en mi primera clase de yoga a las 85.
La palabra “desafío” fue mi mantra diario, y hasta el día de
hoy esa palabra me hace ser lo que soy. Una vez que te enfrentas al desafío
puedes comenzar a aceptarlo, y si no te enfrentas a este reto, estarás
perdiendo una oportunidad. Quizás te encuentres perdiendo algo que podría
alterar positivamente tu vida, y quizás esa oportunidad nunca vuelva a
presentarse.
Practicar yoga, bailar tango, volar en el trapecio, y saltar
la cuerda. No planee ninguna de estas prácticas, estás llegaron a mí y las
acepté, y hasta el momento han sido los retos más gratificantes de toda mi
existencia en este planeta.
Phyllis Sues asistió a su primera clase de yoga cuando
contaba con 85 años y desde entonces lo practica a diario.
Cuando una amiga la llevó a practicar yoga, la idea no la
entusiasmaba demasiado. Pero durante el trascurso de la clase, descubrió que
podía hacer distintas posturas sin sentir dolor ni gran dificultad. Ese fue el
principio de un estilo de vida que la lleva a tener, a sus 94 años, una
elongación admirable. “Practico yoga para vivir y vivo para practicar yoga“,
Encontré que en el yoga, el tiempo que uno pasa en cada pose
es la real esencia de la práctica. Practico yoga para vivir, y vivo para hacer
yoga. Sé que mi futuro depende de cuánto practique yoga.
Practicar yoga durante 45 minutos al día, es mi manera de
agradecerle al día. Este fortalece el cuerpo y la mente, permitiendo que mi
espíritu respire. Existen muchas maneras de ejercitar el cuerpo, pero en mi
opinión, ninguna abarca tanto como el yoga.
También me encanta saltar la cuerda durante las mañanas. Me
parece que esta práctica estimula todo mi cuerpo. El secreto es tener un lento
comienzo, comenzar practicando durante un minuto, luego dos, y así
sucesivamente. Finalmente podrás saltar durante 6 minutos consecutivos como yo.
Esto mejorará tu resistencia en general.
Ámate a ti y lo que haces. Toma eso de mí, una regular y dedicada practicante de yoga, esta es la clave de una larga y saludable vida.
¡Para mí el yoga, el tango y saltar la cuerda, son un trío
fantásticos!
Se confirma que nunca es tarde, para hacer cosas nuevas. Gran vitalidad la de esta señora.
ResponderEliminarUn beso.
Un ¡hurra! por ella, es un ejemplo de que aun podemos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Ana.. Que poco conocidas y difundidas son las heroínas como Phyllis Sues, estupendo que nos hables de ello..
ResponderEliminarMañana publicare una entrada sobre una escritora y su obra maestra, espero te guste..pero es sorpresa..jeje
Un abrazo..
Um exemplo de vitalidade e persistência.
ResponderEliminarUm abraço. Élys.
Una mujer admirable, llena de vitalidad y resolución, de ahí su longevidad, mens sana in corpore sano.
ResponderEliminarBesos