Todo empezó en el año 1999, cuando unos lugareños
encontraron en el bosque dos cachorros de tigre heridos a cuyos padres habían
matado los cazadores. Sin saber qué hacer con estos animalitos, fueron de un
lugar a otro para encontrarles una casa, pero nadie se atrevía a acoger a los
pequeños tigres. Finalmente cuando llegaron a este monasterio del bosque, al
templo Wat Pa
Luangta Bua que es uno de
los templos budistas más populares de Tailandia, los monjes aceptaron quedarse
con ellos y cuidarlos.
También conocido como el Templo del Tigre, está situado en el
distrito Saiyok provincia de Kanchanaburi, frontera con Birmania, a menos de
tres horas de Bangkok, y se ha convertido en el destino de miles de turistas
que viajan hasta allí exclusivamente para conocer la más antigua escuela
budista del oeste del país y el santuario de numerosos animales, entre ellos
tigres domesticados.
Los tigres viven dentro del área del templo, donde hay un
bosque y donde son alimentados, bañados y atendidos por los monjes. Una vez al día se
llevan a una cantera cercana, donde pueden desplazarse con más libertad y son
vistos por los turistas a una distancia de aproximadamente 10 metros. Pero a
los que prefieren estar más cerca del peligro, se les permite dar el biberón a
los cachorros, bañarlos y posar junto a ellos para hacerse fotos.
Estos monjes y sus empleados se encargan de amaestrar a los
tigres además de cuidarlos y alimentarlos adecuadamente. A las crías con comida
instantánea y leche, ya que no cazan para ellos mismos, y a los adultos a base
de carne cocida, para tratar de evitar que desarrollen el gusto por la sangre.
El abad y los monjes que cuidan a los tigres pueden estar
con estos animales salvajes sin que les dañen porque, según ellos, están con
"amor y bondad" y los animales feroces pueden reconocer y ser
conmovidos por el amor verdadero.
En dos décadas la labor compasiva de estos
monjes ha logrado proteger a crías sobrevivientes de cazadores furtivos y
conservar en este santuario natural aproximadamente la mitad de la población
total de tigres de Tailandia.
El tigre, además de su majestuoso aspecto tiene las
siguientes cualidades:
• Es el felino más grande del mundo.
• Su visión nocturna es muy aguda.
• Es un excelente nadador.
• Suelen ser ferozmente territoriales: los tigres machos pueden permitir la entrada de varias hembras a su territorio pero no toleran la de otros tigres machos.
• Pueden compartir una presa e incluso alimentarse después de la hembra (en el caso del león, ocurre todo lo contrario, es el macho dominante el primero en alimentarse).
• Es el máximo depredador y no compite con otros carnívoros.
• A pesar de su gran tamaño, pueden alcanzar velocidades de hasta 90 km/h.
• Su rugido contiene, además de ondas sonoras de rango perceptible, ondas de infrasonido inaudibles para el humano pero con efectos aterrorizantes y paralizantes.
• Los tigres adultos son capaces de dar saltos de hasta 5 metros de altura, o de 9 o 10 m de longitud, lo que lo convierte en uno de los mamíferos que más alto pueden saltar (sólo detrás del puma en cuanto a la capacidad de salto).
En el templo hay un ambiente apacible. Los animales de todo tipo que allí se encuentran son felices, en total libertad, dentro de la gran extensión de terreno y jardines que rodean al templo.
• Es el felino más grande del mundo.
• Su visión nocturna es muy aguda.
• Es un excelente nadador.
• Suelen ser ferozmente territoriales: los tigres machos pueden permitir la entrada de varias hembras a su territorio pero no toleran la de otros tigres machos.
• Pueden compartir una presa e incluso alimentarse después de la hembra (en el caso del león, ocurre todo lo contrario, es el macho dominante el primero en alimentarse).
• Es el máximo depredador y no compite con otros carnívoros.
• A pesar de su gran tamaño, pueden alcanzar velocidades de hasta 90 km/h.
• Su rugido contiene, además de ondas sonoras de rango perceptible, ondas de infrasonido inaudibles para el humano pero con efectos aterrorizantes y paralizantes.
• Los tigres adultos son capaces de dar saltos de hasta 5 metros de altura, o de 9 o 10 m de longitud, lo que lo convierte en uno de los mamíferos que más alto pueden saltar (sólo detrás del puma en cuanto a la capacidad de salto).
En el templo hay un ambiente apacible. Los animales de todo tipo que allí se encuentran son felices, en total libertad, dentro de la gran extensión de terreno y jardines que rodean al templo.
Hola Ana.
ResponderEliminarMaravillosa historia, gracias, el animal suele ser más noble y leal que el humano, hermoso vivir en contacto pleno con la naturaleza en todas sus formas y esplendorosa glora.
Un abrazo
Ambar
Te dejo el enlace porque no se actualiza en mi espacio y es posible que tampoco en el tuyo.
http://ambaringles.blogspot.co.uk/2013/09/espontaneo.html
Bonita y tierna historia, pero por muy bien que se adapten los tigres a los monjes y por muy cuidados que estén, estos animales están fuera de su entorno, lo cual no me parece bien. También veo un negocio para los monjes, puesto que como cuentas, acuden turistas para ver a estos animales y lo digo desde mi ignorancia, ya que no sé, si les darán algún donativo para ayudarles a seguir con su causa. Un beso.
ResponderEliminarMe parece una actitud muy loable, pero me pregunto si en algún momento estos tigres no sacaran su verdadero instinto. Hay tantas variables que no se pueden controlar...
ResponderEliminarAunque les den carne cocida, el instinto viene de serie.
No sé, yo no estaría tan tranquila.
Aun con todo, la adopción , cuidado y salvaguarda de esta especie merece mi reconocimiento.
Besos mediterráneos.
Bonita historia, aunque pienso que son animales salvajes y sacarlos de su hábitat no sabemos las consecuencias pueda tener.
ResponderEliminarBesos
Qué buena historia, la imagen es hermosa. Hace unos años tuve la suerte de conocer una lamería. Los monjes vestía de amarillo y tenían la cabeza rapada. Que lindo recuerdo. Gracias.
ResponderEliminarHOla, gracias por unirte a mi blog, yo también me quedo en el tuyo pues me ha gustado mucho como escribes.
ResponderEliminarEste relato de la meditación con los tigres de por medio resulta llamativo. Pero los tigres al igual que otros animales salvajes deben estar en su hábitat natural por su propia felicidad y también para no tener ninguna desgracia. Un animal salvaje se puede domar, pero nunca dominar...en cualquier momento "recuerda" de donde vino.
Un abrazo
Estamos en contacto.
Rosa.
Namasté Gracias muy bello todo, ¡la música del blog la tienes, y si la tienes me la puedes mandar a mi mail.
ResponderEliminarYogaorige@gmail.com