Los maestros espirituales existen en todas las tradiciones
religiosas.
Hoy en día hay un amplio e inmenso catálogo de ellos. Resulta crucial
saber escoger y por supuesto saber lo que buscamos.
Un maestro transmite unos conocimientos teóricos y una
experiencia vivida de sus enseñanzas, y además de la propia experiencia, la de
cuantos le han precedido.
El maestro predica con el ejemplo en el modo de actuar, de
vivir, de entender las cosas, de afrontar los retos diarios y las dificultades.
Una buena muestra, de todo aquello que acerca a las personas al amor y a las
aleja del dolor.
El maestro es un espejo para el alumno y quien lo agarra de
la mano para ayudarle a levantarse y quien realiza la pregunta en el momento
preciso, quien le enseña a conocerse mejor y a conectar con sus recursos
internos y a manifestar sus cualidades.
Un maestro auténtico es capaz de mostrar un camino, pero no
de cargar sobre sus hombros al discípulo y recorrerlo por él.
Hay personas que sencillamente no necesitan que les indiquen
el rumbo a seguir, al fin y al cabo, el mayor maestro y el mayor camino es la
vida y nadie puede vivirla por otro.
Si no somos capaces de tener la mente abierta, de aprender
de todas las pequeñas y grandes cosas
cotidianas, de hallar sabiduría en el zapatero o el frutero de la esquina, o en
el compañero de trabajo que nos critica, tampoco seremos capaces de aprender de
un maestro ni de avanzar por meritos propios en el camino espiritual.
Así es Ana, si no somos capaces de aprender de cada persona o circiunstancia que se nos presenta en nuestro camino, retrasamos nuetra evolución...
ResponderEliminarQuien consigue encontrar un buen maestro espiritual que le guie los pasos, se puede decir que tiene mucha suerte,pues en el día de hoy, dificil es ese encontrar alguien tan sabio...pues pocos adultos llegan a alcanzar la sabiduría, si desean ir para atrás intentando vivir la juventud pasada, olvidandode que marcha atrás no se puede ir...el tiempo se lleva nuestra edad...
estupenda tu entrada como siempre.
Un beso y feliz jueves.
Hola Ana. Siempre esperamos que alguien de fuera, solucione nuestros conflictos internos y no nos damos cuenta, que somos nosotros mismos los que debemos trabajar cada día para nuestro cambio, aprendiendo de todo lo que nos rodea. De todas formas, no está mal que si necesitamos a alguien que nos ayude a abrir los ojos y así poder ver el gran potencial que tenemos en nuestro interior, aprovechar la ocasión que nos da, para empezar a trabajar nuestro mundo interior. Un beso.
ResponderEliminarTienes razón. Nadie va a llevarte a hombros para recorrer el camino. Gracias por recordarnos una verdad tan universal.
ResponderEliminarLas palabras en silencio
son melodías de ternura,
y refugio de sensaciones,
que sigilosas van en busca de emociones
para vestir la vida de alegres tentaciones...
...deteniéndose en perfumar los sentimientos,
con el aroma de las flores, que irán brotado
durante este mes de mayo que termina de comenzar.
Hoy y cada uno de los días...
Un beso y una rosa para ti!
Atte.
María Del Carmen
Gracias Pili, gracias Luzdemar, gracias Olga. Gracias Mª del Carmen, por vuestro tiempo. Recibir tan exquisitos comentarios es recibir un hermoso regalo, GRACIAS. Besos
ResponderEliminarOlga, antes te di las gracias por el comentario y se me paso darte las gracias por hacer presencia en este blog, bienvenida, un abrazo.
ResponderEliminarEl único Maestro Verdadero, es el Àngel Solar o Alma, esa entidad milagrosa que Vive en nuestro Trono interior.
ResponderEliminarGracias.
Un fuerte abrazo.