Si el cuerpo fuera el sistema solar, el corazón sería el
sol, el órgano que da la vida y alrededor del cual giran los demás.
Es sabido que determinadas emociones pueden acelerar el
corazón o incluso hacer como si diera un vuelco.
A través del corazón las emociones pueden condicionar la
salud del organismo entero.
Se sabe que el ritmo cardiaco guarda relación con la vida
emocional y con el estado general del organismo y que además es posible
regularlo para potenciar el bienestar. El corazón podría estar por encima del
cerebro en la regulación de la vida emocional.
El ritmo cardiaco sigue un patrón propio y directamente
condicionado por las emociones, además puede influir en el sistema inmunitario.
Así, en el corazón puede encontrarse la explicación de por qué las personas
enamoradas apenas caen enfermas y por qué las defensas bajan con la depresión.
Ciertos patrones rítmicos del corazón se corresponden con
determinados estados emocionales. La compasión, el amor y el aprecio producen
ritmos coherentes, mientras que el miedo, la frustración o la rabia se
relacionan con ritmos incoherentes.
Cuando el corazón se sincroniza con el cerebro y el resto de
ritmos corporales, se produce la coherencia psicofisiológica , necesaria para
mantener una salud óptima. A nivel mental, esa armonía se aprecia en una reducción
del diálogo interno y del estrés, a la
vez que se incrementa la intuición y el rendimiento intelectual.
Cada vez que se dirige la atención a una emoción positiva,
el ritmo cardiaco cambia y el organismo entero se beneficia.
Hola Ana. Siempre se ha dicho que el corazón, solo es un músculo y el cerebro, el órgano mas importante de las emociones. En un documental que vi, se ha descubierto en el corazón, un grupo de neuronas conectadas con las cerebrales, de ahí su conexión para funcionar de una manera u otra según nuestras emociones.Fue muy interesante.Un abrazo.
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ResponderEliminarEfectivamente, parece ser que el corazón no es solo el motor de nuetro organismo, también emite señales electomagnéticas y produce hormonas que inciden directamente en el cerebro y afecta a nuestras emociones y nuestra forma de pensar.
ResponderEliminarUn articulo muy interesante Ana, gracias por compartir.