El descubrimiento que hizo Buda bajo el árbol de la sabiduría fue, que la causa del sufrimiento humano es la ignorancia. Vivimos en perpetuo anhelo de dar satisfacciones a algo que llamamos el propio yo. Pero no existe tal yo, sólo la mente y debemos abandonar esta ilusión y los ignorantes anhelos que van unidos a ello, tales como el anhelo de satisfacer las pasiones, las ansias de reconocimiento y grandeza, el querer tener éxito en esta vida sin importarnos a quien perjudiquemos. Debemos aprender, liberando nuestras mentes de creencias egoístas y materialistas, tenemos que disciplinar nuestra mente y entregándonos al amor, mezclarnos con el mundo y a ser una parte humilde y no exigente de él. En esto radica la paz y la verdadera felicidad. Que el enfado y la ira no nos perturben
Buda comparó estar enfadado con coger carbones ardiendo con las manos desnudas e intentar arrojarlos al enemigo. ¿Quién se quema primero?
El que coge los carbones, por supuesto, el que está enfadado.
Puede que ni tan siquiera le demos a nuestro objetivo, porque si se trata de una persona inteligente y con la suficiente práctica, los esquivará, y nosotros seguiremos con las manos quemadas.
Seguramente la ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos ya que tenemos hoy en dia muchos medios para aprender a superarla, para hallar algo de luz que ilumine nuestras vidas y las llene de sentido.
ResponderEliminarIndudablemente un texto lleno de sabiduria.
Saludos Ana.
Hola Ana. Creo que la ignorancia es la oscuridad de nuestra mente. Debemos ser conscientes para poder abrirnos una puerta, hacia el querer saber y aprender, eso si, siempre dejando de lado el egoísmo. Un beso.
ResponderEliminarDe la ignorancia que habla Buda no es de ser analfabetos, se puede ser doctorado en matemáticas, física e ingeniería aeronáutica y seguir siendo ignorantes. La sabiduría no está en los estudios, hay personas que no saben hacer una O y en cambio son sabias. La sabiduría que buscamos sólo nos la puede dar nuestra mente. Saludos
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ResponderEliminarHola Ana, me gustó la analogía del carbón. Tienes mucha razón en decir que no debemos dejar que la ira y el enfado nos perturben. En esos momentos conflictivos lo mejor es tomar distancia y esperar volver a un estado de tranquilidad para abordar el conflicto. Si actuamos en medio de turbulentas aguas lo único que podemos lograr es un tremendo arrepentimiento por algo que se dijo o se hizo sin antes meditarlo. Un gusto conocer tu espacio, acá me quedó, saludos!!
ResponderEliminarGracias Carolina por tu comentario y bienvenida a este blog. Un abrazo
ResponderEliminarHallo Anna, vielen Dank für deinen Besuch und deinen Eintrag auf meinem Blog. Auch du hast einen schönen Blog, deshalb trage ich mich auch bei dir ein.
ResponderEliminarLiebe Grüße, Anja
Danke und in diesem Blog Anja begrüßen, Grüße
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