Un Koan es una especie de acertijo y viene de la tradición budista-zen.
Es como un problema que el maestro plantea al discípulo con el fin de que este expanda su conciencia al resolverlo. Un koan no puede ser resuelto bajo las normas básicas de la lógica o tras un análisis racional de dicho acertijo, al contrario, la solución no suele aparecer mientras el alumno tenga el pensamiento entretenido y prisionero del discurso racional, ya que no existe.
Un koan cuando se lee provoca perplejidad. Es una sacudida a la mente y la desordena, ésta se detiene y podemos ver su filtro. El Koan no posee información en sí mismo, pero logra hacernos captar una dimensión diferente de la realidad, al dejar la mente tan sorprendida, el ser pasa a la acción y florece.
Por eso se dice que no se puede decir con palabras lo que es el zen, es un despertar al que uno llega por sí mismo, abriendo los ojos internos y comprendiendo la unidad de todas las cosas de una forma única e iluminada.
Cuanto más se busca la solución, mas se aleja uno de ella, de la no-respuesta. Hay que verla, hallarla en el aire.., en nosotros mismos.
Es como un problema que el maestro plantea al discípulo con el fin de que este expanda su conciencia al resolverlo. Un koan no puede ser resuelto bajo las normas básicas de la lógica o tras un análisis racional de dicho acertijo, al contrario, la solución no suele aparecer mientras el alumno tenga el pensamiento entretenido y prisionero del discurso racional, ya que no existe.
Un koan cuando se lee provoca perplejidad. Es una sacudida a la mente y la desordena, ésta se detiene y podemos ver su filtro. El Koan no posee información en sí mismo, pero logra hacernos captar una dimensión diferente de la realidad, al dejar la mente tan sorprendida, el ser pasa a la acción y florece.
Por eso se dice que no se puede decir con palabras lo que es el zen, es un despertar al que uno llega por sí mismo, abriendo los ojos internos y comprendiendo la unidad de todas las cosas de una forma única e iluminada.
Cuanto más se busca la solución, mas se aleja uno de ella, de la no-respuesta. Hay que verla, hallarla en el aire.., en nosotros mismos.
Por ejemplo: Joshu preguntó al maestro Nansen, “¿Cuál es el verdadero camino?”
Nansen respondió, “El camino de cada día es el
verdadero camino”.
Joshu preguntó, “¿Puedo estudiarlo?”
Nansen respondió, “Cuanto más lo estudies más te
alejarás del camino”.
Joshu preguntó, “¿Si no lo estudio, cómo puedo
conocerlo?”
Nasen respondió, “El Camino no es de las cosas que
se ven, ni de las cosas que no se ven. No es de las cosas conocidas, ni de las
cosas desconocidas. No lo busques, ni lo
estudies, ni lo nombres. Para alcanzarlo, ábrete con amplitud del universo.
El camino es... no hay camino para el camino! Graciassssssssssssssssssssssssssss
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