No compitas con otros, vuélvete como la tierra, que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes y a brillar.
El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitables. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interior evitando entrar en provocaciones y en las trampas de los demás.
El silencio es bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si vivimos deseando algo, surge la agitación.
El silencio es el espacio para la intuición. Un silencio para permitirnos ser. La intuición es hija del silencio. No es callar por callar, es callar para permitir que la vida crezca, se dilate y se expanda.
Entonces una luz interior nace y nos alumbra, nos ayuda a caminar.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio, nutriendo.
Es cierto que cada uno tenemos infinitas capacidades y potencialidades y que lo importante es hacer como el "samurai"... todo lo que hagamos durante el día, hacerlo con presencia, con dedicación, con conciencia,... buscando la perfección, pero sin exigencia... solo como una meditación, como un estado de máxima concetración en lo que hacemos, en el presente... y así, no nos entretengamos fijandonos en los demás, comparandonos... y que bonito poder acompañar a los demás a que redescubran sus potencialidades!!
ResponderEliminarTodo lo que hacemos con conciencia, nos sale mejor, más bonito...
ResponderEliminarHay que ponerse metas y tener ilusión por conseguirlas, pero sin competencia, no hay que ver rivales, sólo seres acompañandonos.