.
viernes, 18 de marzo de 2022
LA LUNA INFLUYE EN LAS EMOCIONES
Desde tiempos inmemoriales se ha hablado de la influencia de la luna en las emociones humanas. En la Antigüedad clásica y el Medievo se mencionó con frecuencia este asunto. Actualmente, el investigador norteamericano Mark Filippi ha retomado el tema desde la perspectiva de las neurociencias.
Basándose en los estudios de otros investigadores, como Irving Dardik, Joel Robertson y David Goodman, Mark Filippi ha postulado que existe una clara relación entre los ciclos lunares y el estado de ánimo de las personas.
A partir de un método, que ha denominado “somático”, Mark Filippi ha realizado interesantes inferencias. Señala que la producción de neurotransmisores en el cerebro se encuentra afectada por las fases de la luna. Así, cada una de ellas exacerba la generación de estas sustancias y por lo tanto, transforma el estado de ánimo.
Este investigador neoyorkino señala que existe una correspondencia entre los ciclos biológicos internos y los ciclos físicos externos. En palabras suyas: “No todos los jueves son iguales, aunque hagamos las mismas cosas”. Se refiere al hecho de que lo que ocurre en el universo físico influye en el cuerpo humano, tanto en las emociones como en el comportamiento. A continuación explicamos cuál es la relación que Mark Filippi ve entre la luna y los sentimientos.
La primera fase de la luna es aquella en la cual este satélite no es visible en el cielo. Es una etapa que dura alrededor de una semana y en la que poco a poco va apareciendo este astro. Comienza a crecer. Por eso se le llama “creciente”. Y “cuarto”, porque es la primera fase de cuatro que hay.
Según Mark Filippi, durante esta etapa las personas incrementan su grado de sensibilidad. También se vuelven más receptivas a los demás y buscan compañía con mayor ahínco. Hay mucha fuerza energética, pero poca concentración. Es un momento de inspiración, pero no apto para trabajos muy detallados.
Señala Filippi que todos estos cambios se deben a que en esta fase lunar se incrementa la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que está relacionado con la memoria, la percepción del dolor, el aprendizaje y el sueño REM. Otros neurotransmisores están un poco más inhibidos.
Poco a poco la luna va viéndose más compacta en el cielo. “Se va llenando”, podríamos decir. De este modo, se llega a la luna llena. En esa fase, el satélite se ve completo en el cielo y, generalmente, más brillante que de costumbre.
Dice Mark Filippi que durante esta fase es la serotonina la que toma el mando. Esto se traduce en una mayor vitalidad, creatividad y concentración. También es un momento muy apto para hacer introspección y encontrar respuestas a preguntas internas. Hay mayor sentimiento de plenitud y satisfacción, pero también más tendencia a fantasear.
Una vez que el satélite ha completado la fase de luna llena, comienza un proceso inverso. En lugar de crecer, comienza a disminuir. Día a día se va viendo más pequeña. Esta es la fase que se conoce como “cuarto menguante”.
Dice Mark Filippi que el cuarto menguante es el tiempo de la dopamina. Este neurotransmisor está asociado con el placer y la diversión. Por eso esta es la mejor etapa para realizar actividades sociales, ya que el predominio de la dopamina nos vuelve más empáticos y tolerantes. Hay mayor comprensión de los demás.
La última fase se conoce con el nombre de “Luna nueva”. Comprende el lapso que hay entre el momento en que la luna queda reducida a la mitad, hasta que desaparece en el cielo. Según lo que plantea Mark Filippi, esta es la etapa más difícil de cada mes.
El neurotransmisor que se exacerba es la noradrenalina. Esto hace que nos pongamos en una actitud más defensiva frente al mundo. Somos más susceptibles al miedo que en otros momentos y también más irritables. Así mismo, es una etapa de mayor nerviosismo y vulnerabilidad. Es usual que en esta fase se tomen decisiones, ya que aparece un afán por resolver las cosas.
Aunque la teoría de Mark Filippi ha sido ampliamente difundida y, de hecho, es compartida por otros profesionales, todavía no se puede asumir como una tesis plenamente validada. Sus postulados se basan en una observación empírica minuciosa, pero aún falta explicar varios aspectos de esa relación entre los ciclos lunares y los neurotransmisores.
4 comentarios:
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color.
A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tiene esa fama, tiene tesis, se han hecho estudios y parece que si afecta en la vida diaria, hasta en los partos y en el pelo. Un abrazo
ResponderEliminarAcredito que tenha mesmo influência na estabilidade emocional do ser humano e não só.
ResponderEliminar.
Poéticos cumprimentos
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Eso se ha dicho de siempre ana, no sé hasta que punto será cierto, yo estoy más con el otro dicho, la mente lo cambia todo, para bien o para mal, todo depende si la manejamos bien. He disfrutado leyendo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un abrazo largo amiga ana.
Lo sabía pero me ha gustado leertelo.
ResponderEliminar