Practicar la compasión es beneficioso para el espíritu y también
para los demás. A través de ella logras entender que todos merecen segundas
oportunidades y espacios de aprendizaje. Es la mejor forma que tenemos para
recordar de que, independiente de las riquezas o la clase, todos somos iguales
y todos merecemos ser escuchados, cuidados y abrazados.
Muy buen consejo, ya que nos aportaría emociones positivas.
ResponderEliminarEso si, no esperando que los demás actúen igual con nosotros, esto sería otro tema.
Un beso.
Siempre que no confundamos la compasión con lastima está bien. Un abrazo
ResponderEliminarMe parece positivo ese sentimiento porque de él se nutre la solidaridad. Nos ponemos en el lugar del otro, comprendemos sus penas e intentamos apoyar en lo que podamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, como dice Fanny " el ponerse en lugar del otro, nos hace comprender las penas del que sufre"
ResponderEliminarNo es fácil porque a veces ocurre lo que comenta Ester, podemos confundir la compasión con la lástima y son totalmente opuestos. Un abrazo