Los engaños, la avaricia y el odio son, para el budismo, los
tres elementos que envenenan nuestra vida y que crean más negatividad de la
necesaria. Gran parte de nuestra falta de felicidad se debe a estos
sentimientos, por lo que trabajar de forma activa para eliminarlos de nuestra
vida y reemplazarlos por felicidad, compasión y amor es clave a la hora de
generar un cambio radical en nuestras vidas.
Muchas veces tenemos problemas al aceptar que las cosas
cambian. Cada cosa tiene un ciclo en nuestra vida y debemos aprender a dejarlas
ir cuando sea el momento. De esta forma te concentrarás más en el presente y
vivirás siempre sintiéndote pleno. Cuando comprendemos que el momento es ahora
dejamos de soñar por un futuro que nos entregue eso que tanto deseamos.
Muchas veces tan sólo flotamos por las calles, sin prestarle
atención a lo que nos rodea. Hablamos sin pensar, escuchamos sin escuchar,
pasamos mucho tiempo mirando una pantalla. Si realmente queremos conseguir todo
lo que deseamos tenemos que estar más presentes, debemos mirar lo que nos rodea
porque sólo así veremos las oportunidades que la vida nos presenta y sólo así
lograremos aprender las lecciones que necesitamos para seguir avanzando.
El cambio comienza con nosotros, en nuestro interior. Puede
que te parezca que tus esfuerzos son insignificantes, pero una pequeña acción
puede inspirar a otros a hacer lo mismo y pronto tendrás un gran cambio que
comenzó con una pequeña idea. Todos tenemos el poder de la acción en nosotros.
Practicar la compasión es beneficioso para el espíritu y
también para los demás. A través de ella logras entender que todos merecen
segundas oportunidades y espacios de aprendizaje. Es la mejor forma que tenemos
para recordar de que, independiente de las riquezas o la clase, todos somos
iguales y todos merecemos ser escuchados, cuidados y abrazados.
Son enseñanzas universales, si se cumplieran todo iría mejor.
ResponderEliminarUn beso.
Algunas de esas "muchas veces" en mi son costumbre, tengo que mejorar. Abrazos
ResponderEliminarHola Ana.
ResponderEliminarMuy buenos consejos, puede parecer poco lo que se hace, y un grano de arena no hace granero, pero ayuda al compañero.
Si todos empezamos a poner en orden lo nuestro primero, ese pequeño cambio, hará la diferencia.
Un abrazo.
Ana
Ana, una entrada que invita a la reflexión. Yo creo que cultivando la compasión, hay espacio para todo lo que se presente. Y nos procura un gran alivio, ya que somos capaces de llevar mas livianamente el sufrimiento, en realidad, los actos más sencillos son las cosas que cambian nuestras vidas y nuestro mundo.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Hola Ana.. precioso el final, que así sea..
ResponderEliminarUn abrazo..
Hay que ver la de cosas y momentos interesantes que nos rodean, y apenas solemos percatarnos.
ResponderEliminarGracias por esta entrada.
Un abrazo
Gracias Ana
ResponderEliminarGracias por compartir,abrazo.
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