.

.

martes, 10 de febrero de 2015

Señalar la luna

12 comentarios:

  1. Muchas veces el dedo, nos tapa la luna. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Al igual que las palabras a veces tapan la verdad. Hay que saber distinguir,el dedo no es la luna. Luzdemar un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Las palabras como símbolos recogen lo que se desea expresar y no siempre se expresa la verdad ...se miente!!!....quién no miente ????....siempre se dice la verdad ????...Veo la luna pero no el dedo y digo "es la luna"... y es verdad???...amigo no dices la verdad corrige tus palabras, lo que ves allá es el reflejo de una luminaria....quien dice la verdad ???...
    Muy interesante reflexión ...me encantó
    Fuerte abrazo Anita

    ResponderEliminar
  4. Muy bonita esta reflexión.

    ¡¡Gracias!!

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Un cuento con una moraleja muy buena.¡Cuántas veces nos han engañado las palabras!. Son un medio para expresarnos pero igual pueden decir verdades como mentiras.
    La verdad existe fuera de las palabras y, de hecho es el lenguaje más engañoso.

    Me ha gustado mucho esta entrada filosófica y amena.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Cristina, por tu apoyo incondicional. Las palabras son hermosas pero no siempre verdaderas, aunque no se tenga la intención de engañar con ellas. Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Amalia, gracias por dejar tu comentario, un abrazo y ánimo.

    ResponderEliminar
  8. prietena-japoneza, gracias siempre tan amable. Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Fanny, los cuentos casi todos tienen moraleja, si la sabemos hallar. Gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario. Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Gracias Ilesin por tu atención. Un abrazo

    ResponderEliminar

Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color.
A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.