Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a
nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno
respeta a su prójimo.
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color. A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
Así debe ser. Un beso.
ResponderEliminar¡AMÉN!
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