Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y
da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que
no sabe sonreír a los demás.
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color. A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
Exacto, ser el primero en sonreír logra que florezcan sonrisas en los demás. Abrazo
ResponderEliminarEso es, por dar sonrisa que no quede y si al otro no le parece bien, es su problema.
ResponderEliminarUn beso.
Muy curioso.
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