Llega marzo, un mes que destaca meteorológicamente hablando
por ser muy variable. Ya lo dice el refrán, “marzo marzuelo, un día malo y otro
bueno”. El tercer mes del año destaca
por dejar atrás el invierno y dar comienzo a la primavera. Además, también
tendremos que cambiar la hora, por lo que podremos aprovechar más las horas de
luz durante la tarde.
El nombre proviene del latín Martius, que era como se
conocía al primer mes del calendario romano.
Martius a su vez debe su nombre al dios romano de la guerra,
el fiero Mars. Era en este mes cuando se iniciaban todas las campañas bélicas.
En la actualidad, marzo ocupa el tercer lugar en el
calendario y tiene 31 días. Es en este mes, alrededor del 21, cuando tiene
lugar el equinoccio de primavera.
Con este mes nos llega el equinoccio vernal, que da paso a
la primavera en el hemisferio norte o septentrional y al otoño en el hemisferio
sur o meridional (en este caso se denomina equinoccio otoñal).
Ni que decir tiene que también está relacionado con el
planeta homónimo Marte. Su rojo color, relacionado con la sangre, hizo que se
le considerara desde tiempos antiguos como un símbolo del dios de la guerra. De
hecho, en ocasiones, se hace referencia a él como el Planeta Rojo.
Se trata del cuarto planeta del Sistema Solar. Forma parte
de los llamados planetas telúricos, es decir, de naturaleza rocosa, como la
Tierra. Y es, de los planetas interiores, el más alejado al Sol. En muchos
aspectos es el más parecido a la Tierra.
Pues habrá que darle la bienvenida. Un beso.
ResponderEliminarA esto se llama empezar un mes con toda la información sobre él. Le doy la bienvenida y a ti un abrazo
ResponderEliminarHola Ana.. Marzo es un mes que me gusta, quizás sera por lo que explicas, pero seguro que es porque el día tiene mas luz, es un mes variadito, y ya se empieza a respirar la primavera..
ResponderEliminarUn abrazo..
La primavera es alegria, colorido, luz, me encanta
ResponderEliminarBesos
Me encanta la primavera, muy interesante informacion nos regalas.
ResponderEliminarAgradezco el cariño, la ternura y el sustento, que dispensas a mi alma mientras me ausento.
Poco a poco iré pasando y saludando.
GRACIAS, por tenerme en tu recuerdo.
Desde mi refugio te leo y te doy un abrazo.
Ambar
Me gusta que se vaya quedando el invierno atrás.
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