La Western States es sin dudas una de las más clásicas y
duras ultramaratones del mundo. Sus 100 millas o 160 kilómetros desafían el
temple, el coraje y la fuerza de cualquier corredor, que debe completar el
circuito con un tope de 30 horas. En su última edición, el pasado fin de
semana, vivió lo que sea tal vez, el momento más emotivo e inspirador de su
historia. Gunhild Swanson, una mujer de 70 años, no solo llegó a la meta, sino
que lo hizo a modo de hazaña, cuando quedaban solo 6 segundos para cerrar la
clasificación oficial de la carrera.
Se llama Gunhild Swanson, tiene 70 años y su fuerza de
voluntad ha conmovido al mundo. Tras más de un día a la carrera, la
estadounidense entró a meta a falta de seis segundos para que su tiempo fuera
válido y oficial. Un esfuerzo épico por el que se ha ganado los elogios de
medio mundo que ya la tiene como un ejemplo de superación. Pero este hito no es
el único de una madre de cuatro hijos que ha corrido más de 260 maratones en su
carrera. “No importa la distancia, me encantan las aventuras” dijo.
La primera confirmación de que estaba cerca de su hazaña
personal, fue cuando estaba llegando al último puesto de control, a poco más de
2 kilómetros de la llegada y los voluntarios fueron avisados de que quedaban 16
minutos para cerrar la carrera en la pista de la Placer High School (en Auburn,
California) que es el lugar donde concluye la prueba.
Gunhild y su equipo de apoyo, que incluyó a amigos, a su
hijo y su nieto, subieron desde la cuesta hasta el puesto de hidratación, donde
los voluntarios les avisaban a gritos que se mantuvieran corriendo. A lo largo
de ese último empujón, Rob Krar -el ganador absoluto de la carrera que afirmó
su victoria casi 15 horas antes, se unió a Swanson y corrió la última milla con
ella, vestido con chanclas.
Mientras que 16 minutos pueden sonar como suficientes para
cubrir 2 kilómetros, por lo general toma más tiempo que eso a la mayoría de los
que llegan en el pelotón del medio y hacia atrás, teniendo en cuenta que tienen
ya 158 kilómetros en sus piernas. De hecho, la campeona en mujeres, Magdalena
Boulet corrió el mismo tramo en casi 16 minutos terminando la carrera en
19:05:21 (10 horas menos que Gunhild).
Swanson sin embargo, sólo caminó unos metros. Y cuando entró
a la pista de atletismo para el último tramo, lugar en el que por lo general
todos se relajan y entran ya festejando, sus acompañantes le pidieron que
corriera más rápido porque se agotaba el tiempo. Todos los espectadores
estallaron en gritos de aliento y cuando Swanson cruzó la línea, se agachó, se
tomó de la cabeza y con una enorme sonrisa se limitó a decir: “Esto fue
increíble”. En ese mismo momento los cientos de espectadores largaron los
aplausos y gritos contenidos, como así también muchas lágrimas de emoción, aún
sin conocer de antemano a la mujer que acababa de lograr un final increíble.
Gracias por compartir. Un beso.
ResponderEliminarMe emocionan estas hazañas, y tambien el comportamiento del vencedor. Una historia real para mantener la fe en la naturaleza humana. Abrazos
ResponderEliminarMUY CONMOVEDOR...! GRACIAS POR ESTE ARTICULO TAN EMOTIVO.
ResponderEliminarABRAZOS
Hola Ana.. Que fortaleza de animo y espíritu.. Abrazos..
ResponderEliminar