Los preceptos que tenían Aristóteles, Buda y Confuncio, son los pilares y la receta perfecta para desarrollarnos como seres humanos inteligentes, bondadosos y capaces de generar felicidad.
Aristóteles abogaba por llevar una vida racional como primer paso para alcanzar la felicidad.
Buda decía que la felicidad no se encuentra en el exterior del ser humano, en los éxitos laborables, sociales o amorosos, sino en una actitud interior.
Confucio afrirmó que una de las claves de la felicidad es servir a nuestros semejantes de forma desinteresada.
Hay que guiar nuestros actos por medio de la razón, hacer bien y dedicarnos con toda nuestra intención y con toda nuestra conciencia.
Conseguir centrarnos en nosotros mismos mediante la meditación, hará que desarrollemos nuestra compasión hacia el sufrimiento ajeno.
Por último, nos realizaremos cuando encontremos nuestra función y contribución en nuestro entorno.
Llevando a cabo estas tres actitudes, encontraremos el camino hacia una paz y felicidad duradera.
qué buenos consejos. Un beso.
ResponderEliminarEspero que los cumpláis a raja tabla, jajaja. Susana un abrazo.
ResponderEliminarEs una muy buena receta, pero difícil de llevar a cabo plenamente, partiendo de la base que actuamos según nuestras emociones, eso si tomare buena nota. Un beso.
ResponderEliminarSolo lo intento, pero no es fácil, incluso a veces se me olvida jeje Saltibrincos
ResponderEliminarConcordo com os ensinamentos de Buda... é no interior que começam as nossas açoes e sentimentos... e é a partir daí que devolvemos aos outros o amor, e somos felizes...
ResponderEliminarBeijos...
Belos ensinamentos!
ResponderEliminarEfectivamente, Ana...El equilibrio mente-corazón ya nos lo dejaron los griegos...Y por supuesto es importante atender a nuestros hermanos y meditar o reflexionar para mejorar el espíritu...Cualquier religión o filosofía nos puede ayudar, siempre que tenga ese equilibrio y nos facilite mejorar el espíritu y acercarnos a nuestros hermanos y por supuesto a nuestro Creador.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer, compañera.
M.Jesús
Luzdemar, tomamos nota e intentamos ponerlo en práctica. Un abrazo
ResponderEliminarEster, si lo intentas algún día lo conseguirás. Un abrazo
ResponderEliminarArco-Íris, las enseñanzas de Buda son unas buenas enseñanzas al igual que las de los demás grandes maestros. Un abrazo
ResponderEliminarCrocheteando, todas las enseñanzas que nos indiquen el camino a la felicidad, son bellas. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Mª Jesús, por tus lindos comentarios. La clave de todo está en el equilibrio. Poner una buena intención, meditar u orar y ayudar. Tampoco es tan difícil. Un abrazo
ResponderEliminarUnos buenos consejos y aunque a veces es dificil llevarlos a la práctica tenemos que procurar cumplirlos para poder llegar a la felicidad.
ResponderEliminarUn beso Anna
Muchas gracias por compartir
ResponderEliminarPakiba, hay tantas cosas difíciles que hacemos, así que podemos poner empeño en hacer otras cuantas más. Un abrazo
ResponderEliminarPablo, gracias a ti, por hacerte seguidor del blog y por dejar tu huella, bienvenido, un abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo querida amiga, en la meditación es donde yo encuentro todos las respuestas que me ayudan en este caminar.
ResponderEliminarUn abrazo. Namasté
Completamente deacuerdo contigo aunque algo dificil llevar a cabo plenamente
ResponderEliminarUn beso
Isa
Que buena opción has tomado Lola, la de meditar, es la mejor, en ella encontramos respuestas, paz, quietud, bienestar... Un abrazo
ResponderEliminarIsa Iss, si nos lo proponemos tampoco es tan complicada la cosa, poco a poco vamos introduciendo cositas y cuando nos damos cuenta estamos haciéndolas todas. Un abrazo
ResponderEliminarSon buenos consejos pero hay mucho ruido en el ambiente y mucho márketing...
ResponderEliminarDicho está: "sabe más el diablo por viejo que por diablo"... ergo, la experiencia hace maestros (si excluir las excepciones)
Saludos.