No tengo la menor duda, apuesto por la curiosidad. Eso si,siempre admitiendo las consecuencias que traiga, ya que en el fondo, de todo se aprende. Un beso.
La curiosidad va unida a la capacidad de sorpresa, que nos garantiza el deseo de seguir aprendiendo la aventura de la vida...Esa curiosidad, que tienen los niños y que con el tiempo nos remite a la prudencia. Mi abrazo y mi ánimo, Ana. M.Jesús
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color. A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
No tengo la menor duda, apuesto por la curiosidad. Eso si,siempre admitiendo las consecuencias que traiga, ya que en el fondo, de todo se aprende. Un beso.
ResponderEliminarSi es verdad Luzdemar, si no tenemos curiosidad por descubrir cosas nuevas, pues entonces qué tenemos?. Un abrazo
ResponderEliminarDicen que la curiosidad mató al gato, yo creo que merece la pena jugársela. Un abrazuco
ResponderEliminarLa curiosidad va unida a la capacidad de sorpresa, que nos garantiza el deseo de seguir aprendiendo la aventura de la vida...Esa curiosidad, que tienen los niños y que con el tiempo nos remite a la prudencia.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, Ana.
M.Jesús
Eso dicen Ester, pero los gatos son muy listos y curiosos en los dos sentidos de la palabra, como ellos solos. Un abrazo
ResponderEliminarMª Jesús, que hermosa esa curiosidad infantil. Sigámosla teniendo para mantener ese espíritu de aventura. un abrazo
ResponderEliminarEl deseo de conocer nos lleva al aprendizaje...
ResponderEliminarPero curiosear lo que no nos importa de las vidas ajenas... ufff
Saludos.