Ganesha
surgió como una deidad inconfundible y de forma claramente reconocible entre el
siglo IV y V, durante el
Imperio gruta, aunque
heredó rasgos de los precursores védicos y de los anteriores a estos.
Su
popularidad creció rápidamente y en el siglo IX d. C. fue incluido entre las cinco principales
deidades del smartismo (una
religión hinduista ortodoxa brahmánica). En este período surgió una religión
llamada ganapatia. Las
principales escrituras dedicadas a Ganesha son el Ganapati.
Su imagen
puede encontrarse en todas partes de la India y las diferentes sectas
dentro del hinduismo, lo adoran de
manera independiente. Su culto está ampliamente difundido y se extiende a lo
largo de la India y al budismo y el yainismo.
Se le reza
al comienzo de los rituales y ceremonias religiosas y se lo invoca como Patrón
de las Escrituras durante la lectura de textos sagrados y las sesiones de
escritura. Varios textos relatan anécdotas mitológicas asociadas a su nacimiento.
El nombre
Ganesha es una palabra compuesta en el sánscrito. El término significa, en forma más
general una categoría, clase, comunidad, asociación o corporación. Algunos
comentaristas interpretan el título Ganesha (Señor de los Ganas) como ‘señor de
las multitudes’ o ‘señor de las categorías creadas.
Hay varias
versiones del nacimiento de Ganesha. Según una de ellas, Párvati, esposa de
Shivá, lo concibió como el guardia de su puerta para evitar que nadie entrara
mientras ella tomaba un baño. Cuando nació Ganesha éste no dejo entrar a Shivá
a su casa, éste se enfado y le cortó la cabeza. Párvati quedó sumamente
afligida. Entonces Shivá, no pudiendo soportar la tristeza de su esposa,
prometió sustituir la cabeza del recién nacido por la del primer ser vivo que
oportunamente pasara por delante de la puerta. Y pasó un elefante.
Otra versión
más popular cuenta que Shivá abandonó la casa cuando Párvati estaba embarazada.
Shivá después de un tiempo volvió y tuvo una disputa con su hijo, llevándolo a
la muerte sin saber que había matado a su propio vástago. Párvati a
consecuencia de ese acto, quedó sumamente afligida. Entonces Shivá prometió
sustituir la cabeza del recién nacido con la del primer bebe que no estuviera a
los regazos de su madre. El único ser vivo que cumplía los requisitos fue el elefante,
ya que éste deja a sus crías solas.
La mayoría
de las representaciones del dios tienen cuatro brazos, en cada mano lleva un
atributo distinto que puede variar, pero generalmente se trata de
- Una soga, para conducir a sus devotos (como ganado) hacia el sendero espiritual.
- Un hacha, para cortar las ataduras perecederas de los devotos.
- Un laddu (dulce hecho con harina de garbanzo, mantequilla frita, leche condensada y frutas secas), que es su dulce preferido y que usa para recompensar a sus devotos por sus actividades espirituales.
- Una maza de oro decorada (que representa el autocontrol).
- Una trompa de caracol, cuyo sonido alegra a sus devotos
- Un pedazo de colmillo roto como pluma para escribir el Majábharata que le dicta Viasa
- Una mano extendida en el varadá mudrá (‘gesto de bendición’) para impartir gracias a sus devotos.
En su cabeza
se ve un halo (que representa su condición divina).
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