Todos los seres vivos formamos parte de una gran unidad.
Somos diferentes, pero en esencia iguales y esta asombrosa singularidad merece
nuestro respeto.
El respeto empieza en nosotros mismos.
El filósofo Pitágoras decía: “Ante todo, respetaros a vosotros
mismos”. Es responsabilidad de uno ser fiel a lo mejor de sí mismo.
Tenemos que cuidar y respetar nuestro cuerpo, es nuestra
casa, nuestro templo. Nos acompaña siempre y permite nuestra movilidad y
capacidad de expresión. Parece razonable cuidarlo con comida sana, limpieza e
higiene, reposo y ejercicio adecuado. Debemos evitar las toxinas perjudiciales para él.
Ser veraces, mantener los compromisos adquiridos es
respetarse a uno mismo y a los demás. La
mentira es enemiga de la propia dignidad.
No abandonar los
ideales, mantener las nobles aspiraciones, aunque la rutina y las necesidades
materiales parezcan impedirlo. Es peor arrepentirse de lo que no se ha hecho.
Debemos guardar unos minutos para nosotros, para reflexionar y decidir. Un abrazo
ResponderEliminarSi nos comprometemos a respetarnos, nosotros mismos, lo demás viene rodado.
ResponderEliminarUn beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLindo e reflexivo texto, Ana...parabéns por tua inspiração e por tua sensibilidade! abraços, ania..
ResponderEliminarEn la idea del filósofo, por el respeto a uno mismo, se empieza a respetar a los otros, porque reconocemos la diferencia. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarSi se cumpliera no habría guerras. Besicos.
ResponderEliminarAsí es, el respeto por los demás empieza por uno mismo
ResponderEliminarbesos
GRAN MENSAJE. GRACIAS.
ResponderEliminarABRAZOS
En la vida hay que respetarlo todo, por que sin respeto no hay vida.
ResponderEliminarBesos
da, adevărat, nu se poate fără respect !
ResponderEliminarweekend cât mai plăcut !
Magnífico texto. Que aprendan los que tengan que aprender. Enhorabuena.
ResponderEliminarbellas palabras
ResponderEliminarpara seguir aprendiendo a ver mejor la vida