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martes, 13 de enero de 2015
7 comentarios:
Queridos seguidores, les doy las gracias por compartir su tiempo con este blog. Hay personas que brillan con luz propia y vosotros la tenéis. Alumbráis mi existir y el del blog, con vuestros comentarios y visitas. Sois unos encantadores magos que hacéis que mi alma se ilumine de luz y color.
A veces es necesario tomar un nuevo rumbo para seguir creciendo.
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Hermoso cuento y muy cierto.
ResponderEliminarEl miedo nos paraliza en infinidad de ocasiones en nuestra vida. Y sólo cuando nos enfrentamos a el es que nos damos cuenta en la mayoría de los casos que no había nada a que temer.
Un abrazo desde el corazón.
Un cuento bello que encierra una gran verdad.
ResponderEliminarHay que saber enfrentarse a los temores porque, casi siempre, todo es más sencillo de lo que parece.
Un beso.
Cuando somos capaces de dejar el miedo atrás es cuando vemos claro el camino que tenemos delante y que nos lleva a la luz interior.
ResponderEliminarBesos
Hola Lola, cuanto tiempo sin saber de ti.El miedo nos paraliza, pero ese miedo es nuestra mente quien lo genera, si no nos dejamos vencer, descubrimos que el fantasma no era tal fantasma. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarSi Amalia, nuestra mente se desboca y nos hace creer en unos temores que cuando nos paramos a analizarlos, nos damos cuenta que esos miedos y temores no son para tenerles miedo. Un abrazo
ResponderEliminarIlesin, hay veces que vemos la luz enseguida y ella nos guía en el camino correcto, pero hay otras veces que nos toca caminar entre tinieblas un tiempo hasta que se disipan los miedos.Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso cuento, que nos enseña como el miedo lo crea nuestra propia mente.
ResponderEliminarUn beso y buenas noches.