Si tenemos resentimiento en nuestro interior no proyectamos luz sobre el mundo y entonces el mundo se oscurece, en cambio si en nuestro interior no hay resentimiento ni ánimo de venganza, ni maldad alguna, nuestra luz es proyectada e ilumina al mundo y los demás seres se benefician recibiendo esa luz.
El amor en todas sus formas, es luz.
Cuando estamos enamorados de otra persona, en seguida se nos nota, nos brillan los ojos, resplandecemos y brillamos de luz.
Cuando una madre mira a su bebe, todo ella es luz.
Cuando damos amor a una planta, ésta crece vigorosa y fuerte llena de luz.
Así, sucesivamente, cuando damos amor, tanto quien lo recibe, como el que lo da, brillan y resplandecen de luz.
Fuera el resentimiento. No sientas la tentación de albergar algún resentimiento contra alguien. Te oscurecerías.
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