MANU

Mañana 14 de Julio se celebra la Fiesta Nacional de Francia. Pues bien, mañana 14 de julio, mi corazón y todo mi ser celebran la alegría más grande, la llegada de Manu a mi vida hace cuatro años.

Mi Manu, Mi Nieto: el sol que alumbra mis días, el pedacito de cielo que el universo me regaló.

El mejor regalo que mi hijo me hizo nunca, ha sido mi nieto.

Mi tiempo pertenece incondicionalmente a “mi Manu” mi nieto quien con su mirada y sonrisa vuelve felices mis días. Cuando Manu llego, desapareció todo equipaje pesado de mi vida. Ya no arrastro ninguna maleta inútil. Solamente mis manos vacías para asirle y llevarlo por la vida. Un corazón lleno de amor para envolverlo y que jamás sienta que le falta amor en su recorrido por el mundo.

Es increíble que una persona tan pequeña me haya devuelto la ilusión y la fe en la vida y en las personas.

Jamás podría haber creído que algo tan perfecto como un nieto podría existir.

Es mi orgullo y mi vida entera. Es mi prioridad en todos los aspectos. Si él tuviese una mamá, mi grado de implicación, evidentemente no sería el mismo. Al no tenerla, el instinto de madre y de protección de “su Ana” (así me llama) se han expandido y lo envuelven completamente. 

Mi nieto es el mejor premio que me podría haber dado la vida.

Soy feliz sencillamente pensando en él, abrazarlo y cumpliéndole sus deseos. No me cuesta el trabajo extra que me da. Lo hago felizmente y llena de amor.

Además de esto, mi nieto representa mi pasado, mi presente y mi futuro. Es el símbolo de la unión de nuestra familia.

Mi Manu, mi nieto, es más que nieto. En mi corazón es mi hijo y sé a ciencia cierta que para él soy su “mamá”, por él daría la vida. Sólo deseo seguir acompañándolo en todas sus experiencias por mucho tiempo.

Mediante su mirada llena de ilusión y su gran imaginación, me transporto junto con él a diferentes lugares del Mundo. Me hace recordar mi infancia,  recordando días llenos de sueños. Me llena el corazón de luz y amor.

Jamás voy a dejar de querer a mi nieto, ocurra lo que ocurra.

Él me enseña cada día sobre el amor más puro que puede existir. Sí, mi querido Manu, te quiero, te amo, por siempre jamás.

                                                         Tú Ana