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jueves, 24 de octubre de 2013

EL TESORO



Un día, el rabino Aizik de Cracovia, que vivía en extrema pobreza, soñó que debía hacer un viaje a Praga porque debajo del puente que conducía al palacio encontraría un tesoro. Como el sueño se repitió varias veces, Aizik partió hacia Praga.
Cuando llegó a la ciudad se dirigió al puente, pero al encontrarlo no se atrevió a excavar en el lugar previsto porque había muchos centinelas vigilándolo día y noche. Indeciso, se quedó rondando durante varias jornadas, hasta que un día el capitán de los guardias se le acercó para indagar qué quería. El rabino le conto su sueño y el capitán se echó a reír, pues le parecía una tontería hacer caso de un sueño.
Para demostrarlo, le refirió a su vez el que él había tenido; en la casa de un rabino de Cracovia llamado Aizik se oculta un tesoro debajo de la estufa. Aizik le dio la razón y se despidió de él rápidamente. En cuanto llegó a su casa, se puso a excavar debajo de la estufa y justo allí encontró el tesoro.
La sabiduría popular transmite a menudo, en forma de sencillos cuentos, verdades que son difíciles de explicar incluso utilizando un lenguaje filosófico elaborado. El tema de un preciado tesoro que alguien va a buscar muy lejos, y que tras penurias y frustraciones, lo encuentra por fin en su propia casa, es frecuente en varias fuentes literarias. Lo que nos quiere decir es que a veces buscamos fuera, lo que tenemos dentro, pero en todos los aspectos de la vida.

7 comentarios:

  1. Que gran verdad. Que ciegos estamos a veces, buscando fuera lo que tenemos dentro. Si nos molestásemos en excavar un poco, descubriríamos los tesoros que tenemos, sin agotarnos tanto en su búsqueda. Muy bonito Ana. Un beso.

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  2. No aprecias tu tesoro hasta que lo pierdes. Un beso.

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  3. Hola Ana.
    Moralejas en cuentos y relatos que dicen tanto y no lo llegamos a comprender del todo, todo lo que necesitamos lo traemos en alma cuando aquí llegamos, por alguna razón, al llegar buscamos fuera y por eso nunca encontramos lo que el corazón desea.
    Publiqué el lunes pero no se actualizó.
    Un abrazo

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  4. Bonitas enseñanzas se esconden en esas leyendas, y ahora al leerte recapacitamos, mañana volveremos a olvidarlo. O pasado. Saltos y brincos

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  5. Es una verdad grande como un templo. la gente debería conformarse con las cosas sencillas de la vida. Aunque corren tiempos díficiles.
    Un beso. Me ha encantado la metáfora.

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  6. Hola Ana, este cuento me recuerda allibro de Paulo Cohelo El Alquimista. Que se fue a buscar el tesoro lejos de donde tuvo el sueño, y estaba justo debajo de donde soñó con el tesoro.

    Una gran verdad con su moraleja.

    Muchas gracias por compartirlo.

    Un beso

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