Las rodillas son algo más que la mayor articulación del
cuerpo. En ellas parece encarnarse el poder y la humildad, mientras que el
miedo, el amor y la vejez las hace temblar.
Según los antiguos griegos, los dioses sostenían sobre sus
rodillas los destinos y dones reservados para la humanidad.
Las rodillas han sido representadas como el principal
asiento de fuerza corporal, símbolo de autoridad y poder social.
Ellas nos abren la puerta de la aceptación y flexibilidad
interior. Ante los grandes misterios, nos postramos de rodillas. De rodillas
pedimos perdón, suplicamos, capitulamos y doblegamos nuestros bríos. Las
rodillas configuran ese punto del cuerpo que evoca nuestro origen y nos acerca
más a la tierra. Encarnan ese lugar protegido y frágil, donde guardamos la
humildad, la devoción, la sinceridad, la modestia y la rendición.
Para la medicina tradicional china, las rodillas representan
los guardianes externos de la energía de los riñones. En estos órganos se
almacena la energía vital, de la cual depende que la vida se desarrolle y se
consume.
También la energía del agua que rige los riñones y la vejiga,
psicológicamente se encuentra relacionada con la rigidez y la incapacidad de
aceptar los cambios.
Cuando existe o perdura una conducta de resistencia, en las
rodillas se manifiesta las molestias producidas por la tensión que se genera en
la lucha interior.
Unas rodillas débiles están asociadas con una vida temerosa.
Mientras que unas rodillas tensas o rígidas, que limitan la flexibilidad, se
relacionan con una personalidad arraigada, poco espontánea, con dificultad para
cambiar o adaptarse a situaciones imprevistas. La vitalidad, seguridad y
espontaneidad se reflejan en unas rodillas flexibles, que se sienten ligeras en
sus movimientos, capaces de saltar y caer con soltura y precisión.
El yoga y el ciclismo son dos actividades optimas para
fortalecer y mantener unas rodillas agiles y flexibles. Cuidarlas nos enseña a
vivir.
Muy interesante. Siempre se ha dicho que nuestro cuerpo habla y cada día lo creo mas. Un abrazo.
ResponderEliminarUn paralelismo entre rodillas y personalidad que me parece muy apropiado, nunca lo habia visto asi :)
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