El limón es una fruta tan versátil que su campo de actuación
va más allá del nutricional, para convertirse en un gran aliado en la limpieza
del hogar, el aseo personal o la salud por sus propiedades antibióticas,
antisépticas y desinfectantes.
Las propiedades del limón han sido veneradas desde tiempos
inmemorables. El antiguo emperador romano Nerón no se equivocaba cuando,
obsesionado por un posible envenenamiento, consumía grandes cantidades de limón
para prevenir la temida desgracia. Incluso el griego Teofrasto, considerado
como el fundador de la fisioterapia, incluía esta fruta en sus trabajos para
tratar determinadas enfermedades. Y es que la historia de limón ha estado
siempre ligada a sus múltiples beneficios más allá de la simple ingesta del
alimento en sí.
El gran aporte de vitaminas y nutrientes de este cítrico lo
convierten en uno de los mejores depuradores de toxinas y en un excelente
antibiótico natural. Pero sus bondades no terminan aquí. La lista de usos del
limón es muy extensa, y abarcan casi todos los ámbitos de la rutina diaria.
1.- Desodorante natural
El ácido presente en el limón elimina eficazmente gérmenes,
bacterias y moho. Este hecho, unido al fuerte olor que desprende lo convierten
en un excelente desodorante natural capaz de neutralizar los olores corporales
más persistentes de axilas y pies. Solo hay que introducir la cáscara de un
limón en una olla con un litro de agua. Cuando hierva se retira del fuego, se
deja enfriar y se vierte el líquido en una botella con dosificador, perfecta
para usar directamente sobre las zonas deseadas.
2.- Exfoliante casero
Podemos fabricar nuestro propio exfoliante casero mezclando
azúcar con unas gotas de limón. Después, frotamos el rostro con la mixtura
realizando movimientos circulares y enjuagamos con abundante agua tibia. La
piel quedará suave, lisa y libre de brillos.
3.- Para aclarar las uñas
El limón es un gran aliado para uñas dañadas o debilitadas
al tiempo que favorece la eliminación de manchas y las fortalece. Mezcla su
zumo con dos cucharadas de aceite de oliva y aplícalo sobre las uñas.
4.- Desinfectante y limpiador multiusos
Las propiedades antibacterianas del limón son perfectas para
desinfectar todo tipo de superficies, tanto en la cocina, como en el baño o el
resto del hogar. Para obtener los mejores resultados, pela un limón e introduce
la cáscara en un vaso con 150 mililitros de vinagre blanco. Deja reposar toda
la noche y, pasado ese tiempo, añade 150 mililitros de agua. Agita la mezcla y
úsala directamente sobre la zona a limpiar extendiéndola con ayuda de un paño o
bayeta limpia.
Su efecto antiséptico es ideal también para aquellas zonas o
utensilios en los que se acumula una gran cantidad de bacterias, como la tabla
de cortar de la cocina. Espolvorea la superficie con azúcar y frótalo con medio
limón. Déjalo actuar unos minutos y enjuaga.
5.- Elimina malos olores
Al igual que en nuestro cuerpo, el limón actúa contra los
malos olores presentes en el hogar. Con los tapperware, donde el olor de las
diversas comidas se va acumulando, basta con dejarlos toda la noche a remojo en
agua y limón (puede ser partido por la mitad o en zumo). En la nevera, un limón
cortado por la mitad ayudará a absorber los hedores. Incluso mientras se cocina
y se manipula pescado, por ejemplo, solo hay que lavarse las manos con este
cítrico para deshacerse por completo de su característico aroma.
6.- Contra la suciedad específica
Elimina las manchas de cal de las cacerolas o los restos de
la máquina de café. Para ello, ponemos a hervir el propio recipiente a limpiar
con agua y unas rodajas de limón. En las superficies cromadas, como los grifos,
resulta muy útil frotar las zonas sucias con medio limón.
7.- Repelente de insectos
Los cítricos son unos excelentes repelentes de insectos,
como las hormigas, las pulgas o las cucarachas. Pon el zumo de varios limones
en una botella con dosificador y pulverízalo donde sea necesario.
8.- Desatascar
En los casos en los que el bote sifónico o el desagüe tengan
un atasco menor, puedes espolvorear bicarbonato de sodio y añadir medio vaso de
zumo de limón.
9.- Blanqueador
Olvídate de los blanqueadores químicos que, en muchos casos
no consiguen acabar con el problema. Mezcla el zumo de cuatro limones, una
cucharada de bicarbonato de sodio y un litro de agua caliente. Deja las prendas
a remojo durante media hora y después tiéndelas al sol. Los activos del limón
consiguen penetrar en los tejidos y eliminar el color amarillento de la ropa
como por arte de magia.
10.- Quita manchas
Si la ropa presenta restos de sudor, vino, óxido o tomate, cubre
la mancha con sal y frota directamente con un limón. Después, mete la prenda en
la lavadora y utiliza el programa habitual. Si la mancha es de óxido, hay que
dejar que el cítrico actúe durante veinte minutos antes de lavarla.
La lista de usos del limón no acaba aquí. Además nos ayuda a
depurar el organismo, limpiar la grasa más persistente, actúa como calmante
psíquico… motivos más que suficientes para que esta fruta no falte nunca en
nuestra casa.