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miércoles, 29 de mayo de 2013

CONTEMPLACIÓN




Nuestro cuerpo nos permite relacionarnos con nosotros mismos y con el exterior, nos proporciona experiencia a cuatro niveles, biológica, emocional, mental y espiritual.
Al cuidarlo potenciamos estas experiencias y las mejoramos en todos sus aspectos.
Practicar yoga nos permite entrar en un espacio de bienestar emocional, un lugar espiritual donde reina el silencio, la compasión, la alegría, la simplicidad y la dicha.
La palabra yoga significa unión. La unión de cuerpo, mente y espíritu.
Podemos hacer un gran ejercicio, como es la contemplación de nuestros sentidos
 Nos quedamos unos minutos al día en silencio, y escuchamos los cinco sentido, apreciamos el sabor de nuestra boca, observamos lo que vemos, escuchamos los sonidos, captemos los olores y advertimos el tacto con nuestra ropa.
Si estamos de pie, notamos el contacto de nuestros pies con el suelo e intentamos llevar el paso del cuerpo sobre ellos, aflojamos las rodillas, para sentir libre la pelvis. Prestamos atención a la espalda y notamos cómo la columna vertebral se aligera y se expande. Relajamos el tronco y las cervicales. Proyectaremos una línea imaginaria saliendo de nuestra coronilla y que nos une al cielo.
Finalmente nos centramos en la respiración, inspiramos, retenemos y alargando la espiración vamos soltando todo el aire. Enseguida observamos, que la respiración se calma, se hace más larga, tranquila y silenciosa. La paz y la quietud inundan nuestro ser.

martes, 28 de mayo de 2013

GENEROSIDAD



Desde un espacio de silencio interno, aprendemos a generar buenos sentimientos, que serán la base para una autentica generosidad.
Si nos atrevemos a compartir, surgirán posibilidades inesperadas que nos permitirán sanar, crecer y ganar nuevas amistades. Seremos conscientes de nuestro potencial interior, que estaba dormido y empezaremos a conocernos mejor.
Cultivando y nutriendo la paz, el amor, la autenticidad, la sabiduría y la felicidad, nos daremos cuenta de que éstos son nuestros tesoros internos más valiosos, y nuestro propósito es compartirlos. Al hacerlo, estos tesoros no sólo se incrementan en nosotros  y en nuestras amistades, sino que se genera un ambiente transformador que elimina la negatividad y el pesar. La generosidad nos protege del dolor y del rencor, ya que los sentimientos positivos que compartimos nos favorecen y no atraemos aquello que nos afecta, hiere y encierra nuestro corazón.
Ser generosos mantiene despierto nuestro potencial interno para crear vínculos de amor y amistad. También fortalece nuestra propia confianza y la de los demás hacia nosotros.
Cuando la seguridad y la estabilidad interior es patente en nosotros, nos brota una generosidad abundante, cuantiosa…

lunes, 27 de mayo de 2013

DESCONFIANZA



La desconfianza y la frialdad parecen que se han instalado entre nosotros. Antes  era normal celebrar encuentros o reuniones, simplemente por el hecho de pasar un rato agradable con la familia, vecinos, amigos…, ahora ya no. Hay un enfriamiento en las relaciones. Nos hemos vuelto cómodos, seguimos juntándonos en alguna celebración, pero no con la sencillez de antes.
Tenemos temor, miedo. A mi abuela no le gustaba que la puerta de la calle estuviese cerrada, cuando ella era pequeña ni por las noches la cerraban. Eso si es tener confianza. Ahora vamos por la calle con el bolso bien sujeto y con recelo de algunas personas que nos cruzamos, y no hablemos de la seguridad de las casas, tenemos siete llaves bajo siete cerrojos y aun así la desconfianza habita en nosotros.
Cuando oigo que todavía hay sitios, pocos pero los hay, que dejan las puertas de las casas abiertas, las bicicletas sin atar, mi corazón se expande lleno de gratitud y amor hacia las gentes de ese lugar.
Para ser capaces de comportarnos de esta manera, hay que empezar por desterrar el miedo de nuestros corazones y llenarlos de afecto, generosidad, amor…
 El ambiente familiar, la escuela y el entorno social son fundamentales para reencauzar a la sociedad a un ambiente de generosidad y de amor fraternal. Hay que enseñar valores desde la cuna, a ser afectuosos, cariñosos con todo el mundo, a sonreír a los demás.
La espiritualidad proporciona valores universales que se aplican tanto sobre las personas que nos rodean como sobre la humanidad entera.

jueves, 23 de mayo de 2013

CONFIANZA



La actitud de confianza abre y expande la caja torácica, abre el chakra del corazón, y es la clave para disfrutar de salud física y emocional.
Una de las cualidades de nuestra existencia es la fragilidad que tenemos los seres vivos, somos muy vulnerables, cada golpe y cada palabra nos pueden herir. Somos como  hojas otoñales a punto de caer del árbol.
Es muy humilde por nuestra parte percibir esta evidencia. Nos podemos permitir ser vulnerables y delicados en vez de duros y ásperos.
Hay veces que para protegernos del miedo o del dolor, usamos la dureza como forma de conducta.
Si la confianza estuviera instalada en nuestro ser, creeríamos que los momentos de mayor contracción física y emocional son oportunidades para despertar al poder de expandir nuestra propia consciencia, más allá de lo que nos podríamos creer.
Tener confianza significa creer o intuir que más que resultados buenos o malos lo que la vida nos ofrece son posibilidades de evolución.
Cuando todo es vacío, la confianza florece, el vacío se convierte en el verdadero florecimiento de la confianza.

miércoles, 22 de mayo de 2013

EL AMOR



El amor en su sentido más expansivo y existencial, lo hay de muchos tipos.
Está el amor al ser humano en general, a la naturaleza, a alguna filosofía inspiradora, a la familia y personas que nos rodean…
El amor romántico es una bendición cuando lo sentimos presente en nuestras vidas, pero no es la única forma de amar y sentirte feliz.
Se puede amar cada aspecto de la vida, aunque esta no parezca  cumplir nuestras expectativas. Muchas veces pensamos o creemos que no tenemos suficiente tiempo, dinero, éxito…, como si eso fuese necesario para estar llenos de amor, o  para estar completos. Aceptarnos tal y como somos, también puede ser un aspecto del amor.
Sentir nuestro corazón, nuestro ser, lleno de amor altruista es la mayor felicidad que podemos alcanzar.
El amor conlleva y está acompañado de entrega y entusiasmo profundos que proveen de gratitud y alegría. La práctica del amor es la práctica más potente y más transformadora que existe, es como una espiral que nunca termina de crecer y expandirse, el amor hace milagros. Da sentido a nuestra vida y la llena de alegría y de dicha.