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miércoles, 30 de marzo de 2022

TOCAR MADERA

Seguramente mas de una vez has escuchado esa frase: “Toca madera” Se suele decir para alejar lo negativo, para evitar males que suponemos cercanos, para desechar algún asunto cuando nos parece que seria portador de malos augurios. Lo que no se si sabes es que esa es una costumbre que tiene su origen en una creencia de celta Los Celtas pensaban que los árboles están habitados por entidades mágicas, como las hadas, los duendes, los elfos y para convocarlos, se acercaban a los arboles y dando pequeños golpecitos sobre su corteza, trataban de llamar la atención de esas deidades. La tradición dice que has de dar tres toques suaves pero seguros, con la mano derecha y de inmediato contar aquello que te preocupar, dando por supuesto que los genios que habitan los arboles escuchan esas preocupaciones y van a ponerles remedio. Ya sabes… Cada vez que algo te preocupe, te inquiete, o te llene de temor… “Toca madera” Pero hazlo donde debes hacerlo, en un árbol.

lunes, 28 de marzo de 2022

LA MUÑECA DE FRANZ KAFKA

A los 40 años Franz Kafka (1883-1924) que nunca se casó ni tenía hijos, paseaba por el parque Berlín cuando conoció a una niña que lloraba porque había perdido su muñeca favorita. Ella y Kafka buscan la muñeca sin éxito. Kafka le dijo que se reuniera con él al día siguiente y volverían a buscarla. Al día siguiente, cuando todavía no habían encontrado la muñeca, Kafka le dio a la niña una carta "escrita" por la muñeca que decía: "Por favor no llores. Tuve un viaje para ver el mundo, te escribiré sobre mis aventuras." Así comenzó una historia que continúa hasta el final de la vida de Kafka. En sus encuentros, Kafka le leía las cartas de su muñeca cuidadosamente escritas con aventuras y conversaciones que la niña consideraba adorables. Finalmente, Kafka le trajo la muñeca (compró una) que había vuelto a Berlín. "No se parece en absoluto a mi muñeca", dijo la niña. Kafka le entregó otra carta en la que la muñeca escribía: "Mis viajes me cambiaron" La niña besó a la nueva muñeca y la trajo feliz a casa. Un año después, Kafka murió. Varios años después, la niña adulta encontró una carta en la muñeca. En la pequeña carta firmada por Kafka decía: "Todo lo que amas probablemente se perderá, pero al final el amor volverá de otra manera".

viernes, 25 de marzo de 2022

CREÍSTE QUE SÓLO TU HABÍAS PERDIDO UN HIJO

Hace muchos años, en los tiempos de Buda, vivía una pobre mujer viuda llamada Kisa Gotami, que tenía un hijo al que adoraba. Un día su hijo enfermó y murió, y ella, loca de dolor, se negó a enterrarlo y lo llevaba consigo a todas partes sin hacer caso de las palabras de consuelo y resignación que la gente le dirigía. Se aferró al cuerpo del bebé y no dejaba que nadie se lo quitara. Sujetándolo con toda su fuerza recorrió la aldea entera, rogando a la gente que le diera una medicina para curarlo. Algunos se burlaban de ella, mientras que otros se asombraban o se quedaban perplejos. Lo único que quería era una medicina que devolviera la vida a su hijo. Por fin, alguien le sugirió que fuera a ver al Buda, quién tenía la fama de estar dotado de toda clase de poderes, era considerado un gran santo capaz de hacer los mayores milagros y muy posiblemente él podría ayudarle. Con nuevas esperanzas corrió a buscarlo. La pobre mujer llegó con el cadáver de su hijo ante el Maestro y echándose a sus pies le rogó, entre sollozos, que le diera una medicina para su hijo. Buda miró con dulzura a Kisa Gotami y al difunto hijo que traía en sus brazos. “Sí”, le dijo, “puedo ayudarte, pero para hacer la medicina necesito que me traigas una semilla de mostaza”. Fascinada, Kisa Gotami estaba a punto de correr a buscarla. En cualquier casa de la India había una vasija en la cocina dónde se guardaban semillas de mostaza. Pronto tendría la medicina para su hijo. “Sólo que hay una condición”, siguió diciendo Buda. “La semilla debe venir de un hogar dónde nadie haya muerto”. Sin pensarlo más, la viuda, llena de esperanzas, partió para la ciudad y empezó su búsqueda. Kisa Gotami anduvo de casa en casa y en todas partes encontró a personas que querían ayudarla con la mejor voluntad, pero siempre escuchó la misma historia. Aquí una esposa, allá un marido, un hermano o una hermana, una madre o un padre, un hijo o una hija. No había una casa en dónde no lamentaran la muerte de algún ser querido. “Pocos son los que quedan vivos; muchos los que ya se han ido. No reavive nuestros tristes recuerdos”. Así le dijeron una y otra vez. Lentamente, Kisa Gotami se fué dando cuenta que a todos los había visitado la muerte y que ella no era la única que lamentaba una pérdida. Calmada y sobria, miró a la criatura que traía en los brazos y terminó por aceptar que la vida había abandonado su cuerpo. Llevó a su hijo al cementerio y se despidió de él por última vez, y a continuación regresó a buscar al Buda. Buda le dio la bienvenida y le preguntó si había conseguido la semilla de mostaza. - No – respondió ella -. Pero empiezo a comprender la lección que intentas enseñarme... Mi hijo ya no existe. Ha muerto y lo he enterrado junto a su padre. Buda le dijo con gran compasión: - Creíste que sólo tú habías perdido un hijo. La ley natural es que todo cambia y nada es permanente entre los seres vivos. Kisa Gotami le dijo al maestro que quería seguir aprendiendo sobre sus enseñanzas, y desde entonces hasta su muerte fue su discípula. La búsqueda de Kisa Gotami le enseñó que nadie se libra del sufrimiento y la pérdida. Ella no era una excepción. Esa comprensión no eliminó el sufrimiento inevitable que comporta toda pérdida, pero redujo el sufrimiento que se deriva de luchar y resistirse a aceptar ese hecho.

miércoles, 23 de marzo de 2022

¡DIME MAMI!

Dime mami. Quiero que sepas que pase lo que pase, siempre podrás volver a mis brazos. Cuando tengas miedo, cuando te asuste el mundo, cuando necesites que te diga lo muchísimo que te quiero, aquí estaré. Cuando la vida se complique, cuando te equivoques, cuando escojas un camino erróneo, aquí estaré. Cuando alguna de tus primaveras no veas salir el sol, cuando anheles mi calor, cuando te sientas diferente, extraño. Cuando alguien te rechace por ser excepcional, cuando quieras encontrar un refugio, aquí estaré, cuando tus pies se cansen de caminar, y necesites que te sujete en mi regazo. Cuando quieras que te acompañe en tu viaje, aquí estaré, cuando tu memoria te lleve a tu infancia, y quieras recordar lo especial que fuiste para mí, aquí estaré. Cuando me haya ido, cierra los ojos y siempre, como sea, aquí estaré. Autor anónimo

lunes, 21 de marzo de 2022

MUJER CHEROKEE

En la cultura Cherokee, las mujeres podían decidir ser guerreras o esposas. Si optaban por esto último, eran ellas quienes elegían al interfecto, y si lo deseaban, podían pedir un tiempo para vivir con él, antes de la ceremonia de boda y ver si "daba el ancho" como proovedor. Una vez casada, si querían divorciarse, solo tenían que dejar las pertenencias del señor en la entrada, no tenían que justificarse y ellas mantenían la misma honorabilidad ante la sociedad. Nadie le pedía explicaciones, ni siquiera el marido, a ese nivel confiaban en la justicia femenina; ninguna de ellas tomaba estas decisiones a la ligera, justamente en ellas recaía este peso porque a la mujer se le consideraba justa, sensata, prudente e inteligente. El rol de "ama de casa" era importantísimo y respetado porque la familia era la unidad social predominante y solo las mujeres eran aptas para estar al frente, esto les daba poder económico, social y político, incluso en los consejos de guerra, cuando no llegaban a alguna decisión unánime, existía un grupo de mujeres que intervenían para dar su fallo final, ese puesto era el más respetado y codiciado, solo lo ocupaban las mujeres más sabias del clan. Si acaso una mujer llegaba a cometer una injusticia con su familia, no era castigada pero se ganaba el repudio de su gente y eso era lo peor que podía pasarles, su honor era lo único que las podía conectar con la Madre Tierra. (Cultura Cherokee).

viernes, 18 de marzo de 2022

LA LUNA INFLUYE EN LAS EMOCIONES

Desde tiempos inmemoriales se ha hablado de la influencia de la luna en las emociones humanas. En la Antigüedad clásica y el Medievo se mencionó con frecuencia este asunto. Actualmente, el investigador norteamericano Mark Filippi ha retomado el tema desde la perspectiva de las neurociencias. Basándose en los estudios de otros investigadores, como Irving Dardik, Joel Robertson y David Goodman, Mark Filippi ha postulado que existe una clara relación entre los ciclos lunares y el estado de ánimo de las personas. A partir de un método, que ha denominado “somático”, Mark Filippi ha realizado interesantes inferencias. Señala que la producción de neurotransmisores en el cerebro se encuentra afectada por las fases de la luna. Así, cada una de ellas exacerba la generación de estas sustancias y por lo tanto, transforma el estado de ánimo. Este investigador neoyorkino señala que existe una correspondencia entre los ciclos biológicos internos y los ciclos físicos externos. En palabras suyas: “No todos los jueves son iguales, aunque hagamos las mismas cosas”. Se refiere al hecho de que lo que ocurre en el universo físico influye en el cuerpo humano, tanto en las emociones como en el comportamiento. A continuación explicamos cuál es la relación que Mark Filippi ve entre la luna y los sentimientos. La primera fase de la luna es aquella en la cual este satélite no es visible en el cielo. Es una etapa que dura alrededor de una semana y en la que poco a poco va apareciendo este astro. Comienza a crecer. Por eso se le llama “creciente”. Y “cuarto”, porque es la primera fase de cuatro que hay. Según Mark Filippi, durante esta etapa las personas incrementan su grado de sensibilidad. También se vuelven más receptivas a los demás y buscan compañía con mayor ahínco. Hay mucha fuerza energética, pero poca concentración. Es un momento de inspiración, pero no apto para trabajos muy detallados. Señala Filippi que todos estos cambios se deben a que en esta fase lunar se incrementa la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que está relacionado con la memoria, la percepción del dolor, el aprendizaje y el sueño REM. Otros neurotransmisores están un poco más inhibidos. Poco a poco la luna va viéndose más compacta en el cielo. “Se va llenando”, podríamos decir. De este modo, se llega a la luna llena. En esa fase, el satélite se ve completo en el cielo y, generalmente, más brillante que de costumbre. Dice Mark Filippi que durante esta fase es la serotonina la que toma el mando. Esto se traduce en una mayor vitalidad, creatividad y concentración. También es un momento muy apto para hacer introspección y encontrar respuestas a preguntas internas. Hay mayor sentimiento de plenitud y satisfacción, pero también más tendencia a fantasear. Una vez que el satélite ha completado la fase de luna llena, comienza un proceso inverso. En lugar de crecer, comienza a disminuir. Día a día se va viendo más pequeña. Esta es la fase que se conoce como “cuarto menguante”. Dice Mark Filippi que el cuarto menguante es el tiempo de la dopamina. Este neurotransmisor está asociado con el placer y la diversión. Por eso esta es la mejor etapa para realizar actividades sociales, ya que el predominio de la dopamina nos vuelve más empáticos y tolerantes. Hay mayor comprensión de los demás. La última fase se conoce con el nombre de “Luna nueva”. Comprende el lapso que hay entre el momento en que la luna queda reducida a la mitad, hasta que desaparece en el cielo. Según lo que plantea Mark Filippi, esta es la etapa más difícil de cada mes. El neurotransmisor que se exacerba es la noradrenalina. Esto hace que nos pongamos en una actitud más defensiva frente al mundo. Somos más susceptibles al miedo que en otros momentos y también más irritables. Así mismo, es una etapa de mayor nerviosismo y vulnerabilidad. Es usual que en esta fase se tomen decisiones, ya que aparece un afán por resolver las cosas. Aunque la teoría de Mark Filippi ha sido ampliamente difundida y, de hecho, es compartida por otros profesionales, todavía no se puede asumir como una tesis plenamente validada. Sus postulados se basan en una observación empírica minuciosa, pero aún falta explicar varios aspectos de esa relación entre los ciclos lunares y los neurotransmisores.

miércoles, 16 de marzo de 2022

ESCRIBIR EL DOLOR

Escribir el dolor es dejar de cargarlo completamente y en exclusividad sobre nuestra espalda. Es bien cierto que existen otras formas de liberarnos del sufrimiento, como puede ser el compartirlo con nuestra familia, nuestros amigos, asistir a terapia o el llanto. Todas estas acciones tienen su función, por supuesto muy valiosa y necesaria, pero nunca sustituirán el efecto profundamente curativo de la escritura. Cuando uno escribe, es como si vertiese parte de su dolor en las palabras, y es habitual que uno se sienta con el pecho más liviano después de la escritura. No importa si lloramos antes de escribir, durante o despues de la escritura, todo ello es parte del proceso y no debe inclinarnos a abandonar esta práctica. Shakespeare nos dijo: “Dad palabra al dolor: el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe.” Y así es. El dolor que no se exterioriza, llora en nuestro interior y nos va minando por dentro, seamos más o menos conscientes. Y “dar palabra al dolor” es precisamente cobrar consciencia verdadera de lo que nos ocurre por dentro, sobre todo en el caso de la palabra escrita.

lunes, 14 de marzo de 2022

EL ANCIANO Y LA GRULLA

Se cuenta que hace mucho tiempo llegó un hombre con una larga cabellera blanca a una aldea lejana. El hombre andaba siempre acompañado por una grulla. Era una extraña pareja, ya que esas aves no eran muy afectas a los humanos. Sin embargo, el anciano y la grulla siempre se veían juntos en todas partes. Los aldeanos comentaban que aquel hombre era sumamente sabio. Decían que era famoso en toda la comarca por sus grandes enseñanzas. Sin embargo, el anciano era muy humilde. Se instaló cerca de una pesebrera, junto con la grulla. Esta siempre iba delante de él. -La gente comenzó a sentir curiosidad. Se aproximaban para mirarlo de lejos, pero él ni siquiera los veía. Solo la grulla permanecía expectante. Pronto los habitantes del lugar comenzaron a llevarle comida y abrigo, pues lo veían muy desprotegido. El anciano y la grulla agradecían con una venia a quien los ayudaba. Una vez, ya llegada la noche, un campesino se acercó al lugar en donde descansaban el anciano y la grulla. Esta última se alertó un poco al verlo y aleteó para despertar al anciano, que estaba dormitando. Este hizo una venia y luego le preguntó al visitante si podía servirle en algo. El campesino se sentó frente al anciano y le confesó que tenía una pregunta. Le habían dicho que él era un hombre muy sabio y quería saber si podía respondérsela. El anciano hombre le contestó: “Nadie es tan sabio como para responderlo todo, pero si puedo servirte, lo haré”. El campesino le dijo que quería saber cómo abrir las puertas del cielo y cómo las del infierno. Al cielo quería tener siempre acceso, en cambio al infierno no quería ir jamás. Por eso necesitaba saber cómo se abrían sus puertas, para evitar hacerlo. El anciano y la grulla permanecían atentos. Cuando el campesino terminó de hablar, el anciano le dijo: “¡Qué pregunta más tonta! Se ve que eres un hombre completamente ignorante!” Al escuchar esto, el campesino montó en cólera y quiso golpear al anciano. La grulla se interpuso y lo impidió. Entonces el campesino vio que el anciano era ciego y que el ave era su lazarillo. Se sintió avergonzado por haber querido agredirlo y su ira se disipó. Solo sintió compasión por aquel anciano indefenso y le pidió perdón. El anciano entonces le dijo: “La ira te abrió la puerta del infierno. La compasión, la del cielo”. El campesino quedó maravillado. Comprobó que efectivamente se trataba de un maestro muy sabio. De inmediato agradeció por la enseñanza y luego le contó lo sucedido a toda la aldea. Se inició entonces una larga romería hasta donde estaban el anciano y la grulla. Algunos querían respuestas, mientras que otros se conformaban solamente con contemplarlo y estar cerca de él. Exhalaba mucha paz. Una tarde llegó un joven hasta donde estaban el anciano y la grulla. Su actitud era misteriosa. Se acercó y, en voz baja, dijo lo siguiente: -Maestro, hay gente que ha estado hablando de ti con malevolencia… -¡Un momento! –dijo el anciano-. ¿Te consta aquello que vienes a decirme? ¿Escuchaste a alguien hablar de mí con malevolencia? El joven se quedó pensando un momento y dijo: -No. No lo escuché personalmente. Alguien me lo contó… En la aldea se rumora esto… El anciano y la grulla se quedaron quietos por un momento. Él se mostraba reflexivo. Y ella, como siempre, estaba a su lado protegiéndolo y alerta. La hermosa ave estaba agradecida con él porque la había liberado de una trampa en el bosque. Desde entonces, se había convertido en su acompañante y guía, pues el hombre era ciego. Después de meditarlo por un rato, el maestro se dirigió al joven que había ido a contarle lo que se rumoraba en el pueblo. Le preguntó: –Lo que vienes a decirme, ¿genera un bien para mí o para mi amiga grulla? El joven nuevamente se quedó pensando un momento. Luego dijo: -En realidad no. Para ser sincero, es todo lo contrario. Lo que me contaron que están diciendo de ti es algo que podría atormentarte. Y tal vez a tu amiga también –señaló, refiriéndose a la grulla. El anciano y la grulla nuevamente se quedaron quietos por un momento. Luego el maestro señaló: -Tengo una última pregunta para ti. ¿Es necesario que yo sepa qué es lo que están rumorando acerca de mí y de mi amiga la grulla? -No. En realidad no –le respondió el joven, pensativo. -Entonces vete –dijo el anciano-. Cuando no sabes si algo es verdad, tampoco causas ningún bien al decirlo y no hay necesidad de comunicarlo, no vale la pena hablar de ello.

viernes, 11 de marzo de 2022

AMOR POR LA VIDA

Uno de los momentos más especiales de la vida de una persona puede ser el día de su boda. El día de la boda de la joven Katie, además de sus amigos y familia, tuvo otras invitadas muy especiales: sus 13 hijas adoptivas.Katie Davis Majors nació en una familia de clase acomodada de Nashville, Tennessee, en Estados Unidos. Fue reina del baile, manejaba un convertible dorado y usaba ropa de diseñador. Tenía todo lo que podía desear y más.Sus padres esperaban que fuera a la universidad y tuviera una educación ejemplar, pero a los 18 años la vida de Katie dio un giro inesperado para todos: decidió viajar a Uganda para ayudar a quienes lo necesitan. En un principio, se suponía que estaría en Uganda solo por un año, pero Katie decidió quedarse y hacerlo su hogar. Además, fundó la organización Amazima Ministries International, para proveer asistencia y apoyo a la gente necesitada de Uganda. Como era candidata a adoptar, decidió aprovechar la oportunidad y adoptó a 13 niñas.“Probablemente hay muchas historias sobre el momento en el que los padres adoptivos ven por primera vez a sus hijos. Yo tuve la fortuna de experimentarlo, y creo que este sentimiento es aún más profundo que el amor”, dijo Katie. Sus niñas adoptadas le han enseñado importantes lecciones de amor y armonía espiritual.En 2015 conoció a su esposo, Benji Majors, que también viajó a Uganda con la intención de ayudar a los más necesitados. En 2016 tuvieron un hijo más, Noah.
Katie vive en una villa en Jinja, a orillas del Lago Victoria junto a Benji y sus 14 hijos. Durante la mañana pasa tiempo con su familia y en la tarde le dedica tiempo a las tareas administrativas de su organización. Además, escribió un libro llamado “Besos de Katie”, que fue todo un éxito. Hoy, Katie vive de un salario modesto y de las ganancias del libro, añadiéndole cada día más páginas a su bella historia de amor y compasión desinteresada. Un hermoso ejemplo para todos.

miércoles, 9 de marzo de 2022

NO LLORES

No llores por la ausencia del beso, ni a la falta de la caricia, vacío que un corazón siente, labios que un nombre poseen, besos que al alma queman. No llores al recuerdo de una sonrisa, ni a la palabra de amor que se hizo furtiva, ni por la ilusión perdida, las lágrimas no deben ser suicidas, no deben de perecer en ardientes mejillas. No llores por ver días nublados, por tener noches vacías, por sentir el invierno cuando el sol en lo alto brilla, el que parte hacia la muerte no regresa, el que huye del amor lo hace por cobardía. Y se alejó, partió en la noche más oscura, escondiendo sus palabras ocultando su desdicha, lágrima que por amor se vuelve suicida, alma lacerada, corazón herido, locura que su pensamiento ataca, febril demencia que sus acciones tienen y ve como se abren sus heridas. No llores, no mueras lentamente, amor...dolor del corazón, lógica puñal del razonamiento, angustia que se bebe sin miramientos, esperanza deseando nacer para curar las heridas. No llores el olvido carece de sentimientos, las lágrimas buscan un lugar digno donde yacer, el llanto no resucita a los muertos, el llanto no hace el amor renacer, no llores más si lo haces, que sea por nueve días, no busques más porqués y al décimo día... espera el amanecer. No llores...

lunes, 7 de marzo de 2022

ADMIRABLE ACTITUD

La hermosa y bien perfumada anciana de 83 años, completamente vestida cada mañana a las 8 a.m. en punto, con su cabello arreglado a moda y el maquillaje perfectamente aplicado, se muda hoy a un asilo. Su esposo murió recientemente, lo que motivó la mudanza. Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente, cuando se le dijo que su cuarto estaba listo. Mientras se desplazaba con su andador hacia el ascensor, se le dio una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana. “Me encanta”, afirmó, con el entusiasmo de una niña de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota. - Sra. Jones; no ha visto el cuarto, espere. - Eso no importa, respondió. La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo estén arreglados los muebles, depende de cómo arregle mi mente. Ya decidí que me gusta. Es una decisión que hago cada mañana, cuando me levanto. Tengo la elección; puedo pasar el día en la cama, repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan. Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado solo por esta vez en mi vida. La FELICIDAD es como una cuenta de banco: tú retiras de ella, lo que has depositado. Así que mi consejo sería que deposites una gran cantidad de felicidad, en la cuenta de tu memoria. Recuerda estas cinco simples reglas para ser feliz: 1.- Libera tu corazón del odio. 2.- Libera tu mente de preocupaciones. 3.- Vive sencillamente. 4.- Da más. 5.- Espera menos. _Autor desconocido_

viernes, 4 de marzo de 2022

MARGARET MEAD

Una estudiante le preguntó una vez a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba la primera señal de civilización en una cultura. La estudiante esperaba que la antropóloga hablara de anzuelos, cuencos de arcilla o piedras para afilar, pero no. Mead dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua es la prueba de una persona con un fémur roto y curado. Mead explicó que en el resto del reino animal, si te rompes la pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a beber agua o cazar para alimentarte. Te conviertes en carne fresca para los depredadores. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane. Un fémur roto que se curó es la prueba de que alguien se tomó el tiempo para quedarse con el que cayó, curó la lesión, puso a la persona a salvo y lo cuidó hasta que se recuperó. «Ayudar a alguien a atravesar la dificultad es el punto de partida de la civilización», explicó Mead. La civilización es una ayuda comunitaria.

miércoles, 2 de marzo de 2022

LA PRIMERA EMPLEADA AFROAMERICANA DEL SERVICIO POSTAL

Mary Fields fue la primera mujer Afroamericana empleada del Servicio Postal de los Estados Unidos. Fields nació en la esclavitud . Poco se sabe de su vida temprana o de lo que hizo en los años inmediatamente posteriores al final de la Guerra Civil y su emancipación. A fines de la década de 1870, se convirtió en ama de llaves en el Convento de las Ursulinas en Toledo , Ohio ., donde tuvo una estrecha relación con la Madre Amadeus. Varios relatos postulan que la madre Amadeus era miembro de una familia propietaria de Fields cuando era niña y que este conocimiento temprano explicaba tanto su estrecha relación como la presencia de Fields en el convento. Cuando la Madre Amadeus fue enviada a la Misión de St. Peter en las afueras de Cascade, Montana , Fields permaneció inicialmente en Toledo, pero alrededor de 1885 la Madre Amadeus la mandó a buscar (la mayoría de los relatos dicen que la Madre Amadeus estaba al borde de la muerte por neumonía y le pidió a Mary que la cuidara). ), y Fields se mudó a Montana. Durante el siglo XIX, el servicio postal de los Estados Unidos concedía rutas de entrega a particulares y empresas que demostraran ser capaces de realizar el trabajo. Una de las personas que logró conquistar una de estas rutas fue Mary Fields, una mujer Afroamericana, ex esclava, de más de 60 años. El trabajo, a pesar de pagar bien, era muy peligroso, en la época, el robo y hasta asesinato de carteros era común. Fields participó en el proceso de selección y una de las pruebas consistía en montar a caballo lo más rápido posible, una prueba destinada a evaluar la capacidad para llevar telegramas urgentes. Golpeó a muchos hombres y fue contratada por la empresa propietaria de la ruta para entregar cartas y paquetes en cuatro condados de Montana en 1895. Para protegerse de los peligros de la ruta, Mary siempre caminaba en compañía de su Rifle Winchester (Y era entendible, era Cartera, Afroamericana y Mujer) y su fiel escudero, un perro al que nunca le puso nombre, de color blanco y negro. Fields también abrió un restaurante que servía comida a niños desfavorecidos, además de cobrar lo que los consumidores quisieran pagar, anticipando una tendencia que luego se convertiría en un éxito en el mercado de alimentos de Estados Unidos. Este atrevido y valiente personaje trabajó en el servicio postal hasta 1903, cuando, a los 71 años, obtuvo licencia por su avanzada edad. En uno de los tantos pasajes de la experiencia de la cartera, Mary se encontraba en un establecimiento cuando el dueño del restaurante echó del lugar a un anciano afroamericano, Mary Fields apuntó su rifle en la frente del hombre blanco y le pidió amablemente que se disculpara con el hombre Afroamericano.