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martes, 28 de febrero de 2017

LUGARES DEL BUDISMO


Cuatro lugares clave del Budismo.
 

Lumbini es uno de los sitios claves asociados con la vida de Buda.

Bodh Gaya, donde Buda se convirtió en un iluminado.

 Sarnath, en el que predicó por primera vez.

 Y Kusinagara, donde falleció.
 A su muerte a la edad de 80 años, Buda es recordado por haber recomendado que todos los budistas visiten Lumbini, un santuario que todavía era popular a mitades del primer .milenio después de Cristo y los peregrinos chinos lo documentan como un sitio con un santuario junto a un árbol. El Templo Devi Maya en Lumbini sigue siendo un santuario viviente, donde los arqueólogos trabajaron junto a los monjes, las monjas y los peregrinos.
Perdido y con mucha vegetación en las selvas de Nepal en la época medieval, Lumbini fue redescubierto en 1896 y se identificó como el lugar de nacimiento de Buda por la presencia de un pilar de piedra arenisca del siglo III antes de Cristo. El pilar, que sigue en pie, lleva una inscripción que documenta la visita del emperador Asoka en el lugar de nacimiento de Buda, así como el nombre del sitio, Lumbini. A pesar del descubrimiento de este yacimiento budista, sus niveles más tempranos fueron enterrados o destruidos por la construcción posterior, dejando las primeras etapas del budismo inaccesibles a la investigación arqueológica.
Hasta ahora, la evidencia arqueológica más antigua de las estructuras budistas en Lumbini estaban fechadas no antes del siglo III antes de Cristo, la época del mecenazgo del emperador Asoka, quien promovió la difusión del budismo desde el actual Afganistán hasta Bangladesh. "Se sabe muy poco acerca de la vida de Buda, sólo a través de las fuentes textuales y la tradición oral", ha afirmado el codirector de la investigación, el profesor arqueólogo Robin Coningham, de la Universidad de Durham, en Reino Unido. Según este experto, algunos estudiosos han sostenido que Buda nació en el siglo III antes de Cristo, pero su equipo se planteó centrarse en la arqueología para tratar de responder a algunas de las preguntas acerca de su nacimiento. "Ahora, por primera vez, tenemos una secuencia arqueológica en Lumbini que muestra que había un edificio ya en el siglo VI antes de Cristo", sentenció este experto.
Registros de la tradición budista apuntan que la reina Maya Devi, la madre de Buda, le dio a luz mientras se aferraba a la rama de un árbol en el Jardín Lumbini, a medio camino entre los reinos de su marido y sus padres. Coningham y sus colegas postulan que el espacio abierto en el centro de la antigua estructura del santuario de madera pudo haber acomodado un árbol y que los templos de ladrillo construidos posteriormente encima también se organizaron en torno al espacio central, que no tenía techo.
Excavaciones pioneras dentro del Templo Maya Devi, en Lumbini, Nepal, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y siempre identificado como el lugar de nacimiento de Buda, han revelado los restos de una estructura de madera hasta ahora desconocida del siglo VI antes de Cristo bajo una serie de templos de ladrillo. La estructura de madera contiene un espacio abierto en el centro que se vincula a la historia de la natividad del mismo Buda, según los investigadores, cuyo hallazgo publica en su edición de diciembre la revista 'Antiquity'.
Para determinar las fechas de la ermita de madera y una estructura de ladrillo previamente desconocida encima de ella, los arqueólogos analizaron fragmentos de carbón vegetal y granos de arena utilizando una combinación de técnicas de radiocarbono y luminiscencia estimulada ópticamente. Análisis geoarqueológicos también confirmaron la presencia de antiguas raíces de árboles dentro del hueco central del templo.

"La UNESCO está muy orgullosa de estar asociada con este importante descubrimiento en uno de los lugares más sagrados para una de las religiones más antiguas del mundo"

jueves, 23 de febrero de 2017

LA VERDAD ES COMO EL ORO




Cuando Confucio viajaba entre los distintos reinos para difundir sus enseñanzas, un día vio a dos cazadores discutiendo acaloradamente. Les preguntó qué sucedía, y descubrió que estaban discutiendo sobre un simple problema de aritmética.
El cazador de estatura más baja decía que tres veces ocho era igual a veinticuatro, pero el cazador más alto decía que era veintitrés. Ambas partes insistían en que tenían razón y casi se iban a los golpes. Finalmente, al estar Confucio presente, decidieron que un hombre sabio fuera el juez y que el ganador obtuviera toda la caza del perdedor.
Para Confucio las personas realmente sabias que conocen la verdad son capaces de no discutir ni competir con otros e incluso soportar insultos sin ira o angustia
Los dos cazadores de inmediato pidieron a Confucio ser el juez. Confucio le dijo al cazador más bajo que entregue toda su caza al cazador más alto porque era el perdedor. El cazador alto tomó su recompensa y se fue con felicidad.
Por supuesto, el otro cazador no estaba satisfecho sobre el resultado e increpó con enojo a Confucio, “Tres veces ocho es veinticuatro. Incluso un niño pequeño lo sabe. ¿Usted es un sabio y cree que es veintitrés? ¡Usted es un farsante!”.
Sonriendo, Confucio contestó: “Tienes razón en que tres veces ocho es igual a veinticuatro, esa es la verdad y ni siquiera los niños pequeños pelearían por esto. Si conoces la verdad y la mantienes, ya es suficientemente bueno. ¿Por qué discutes con alguien tan tonto sobre algo tan simple? Déjalo ir, puede que él haya ganado algo hoy, pero será tonto para siempre. Tú has perdido tu caza, pero has aprendido una buena lección”.
Es mejor dar marcha atrás un poco y mantenerse calmo y en paz. Porque la verdad es como el oro que está enterrado en la suciedad, brillará espléndidamente tarde o temprano
Al escuchar las sabias palabras de Confucio, el cazador no hacía más que asentir con su cabeza en silencio una y otra vez.

Vemos que no hay necesidad de discutir sobre la verdad, ya que, frente a la verdad, las mentiras siempre se desintegran. Por esa razón, no es necesario discutir cuando se nos ha mal interpretado o culpado. Porque la verdad es como el oro que está enterrado en la suciedad, brillará espléndidamente tarde o temprano.

miércoles, 22 de febrero de 2017

PHYLLIS SUES



Phyllis Sues nació en la ciudad de Nueva York el 04 de abril de 1923, a los 14 años tuvo su primera lección de ballet y desde ese día conoció su verdadera vocación...
Tres carreras y una vida, ese es el tiempo que me tomó llegar a donde estoy hoy. Para saber quién y cómo soy. Necesité de dedicación, deseo e intrepidez diaria. Y no fue hasta mis 80 años que comencé a hacer este real cambio.

Comencé mi propio sello de moda con 50 años, se convirtió en un músico y aprendido italiano y francés en mis 70, se llevó a tango y trapecio en 80 y entré en mi primera clase de yoga a las 85.
La palabra “desafío” fue mi mantra diario, y hasta el día de hoy esa palabra me hace ser lo que soy. Una vez que te enfrentas al desafío puedes comenzar a aceptarlo, y si no te enfrentas a este reto, estarás perdiendo una oportunidad. Quizás te encuentres perdiendo algo que podría alterar positivamente tu vida, y quizás esa oportunidad nunca vuelva a presentarse.
Practicar yoga, bailar tango, volar en el trapecio, y saltar la cuerda. No planee ninguna de estas prácticas, estás llegaron a mí y las acepté, y hasta el momento han sido los retos más gratificantes de toda mi existencia en este planeta.
Phyllis Sues asistió a su primera clase de yoga cuando contaba con 85 años y desde entonces lo practica a diario.
Cuando una amiga la llevó a practicar yoga, la idea no la entusiasmaba demasiado. Pero durante el trascurso de la clase, descubrió que podía hacer distintas posturas sin sentir dolor ni gran dificultad. Ese fue el principio de un estilo de vida que la lleva a tener, a sus 94 años, una elongación admirable. “Practico yoga para vivir y vivo para practicar yoga“,

Encontré que en el yoga, el tiempo que uno pasa en cada pose es la real esencia de la práctica. Practico yoga para vivir, y vivo para hacer yoga. Sé que mi futuro depende de cuánto practique yoga.

Practicar yoga durante 45 minutos al día, es mi manera de agradecerle al día. Este fortalece el cuerpo y la mente, permitiendo que mi espíritu respire. Existen muchas maneras de ejercitar el cuerpo, pero en mi opinión, ninguna abarca tanto como el yoga. 
También me encanta saltar la cuerda durante las mañanas. Me parece que esta práctica estimula todo mi cuerpo. El secreto es tener un lento comienzo, comenzar practicando durante un minuto, luego dos, y así sucesivamente. Finalmente podrás saltar durante 6 minutos consecutivos como yo. Esto mejorará tu resistencia en general.
Ámate a ti y lo que haces. Toma eso de mí, una regular y dedicada practicante de yoga, esta es la clave de una larga y saludable vida.
¡Para mí el yoga, el tango y saltar la cuerda, son un trío fantásticos!

lunes, 20 de febrero de 2017

EL VIAJE INTERIOR



El viaje interior, no es un juego, no es un lujo, no es un pasatiempo. Es una necesidad específica del ser humano. Me refiero al viaje interior, al encuentro con uno mismo, al intento para convertirse en lo que uno es y no en lo que las descripciones de los demás quieren que seamos. Es el viaje hacia el centro, al núcleo del núcleo, a la esencia. Es el viaje del retorno, la vuelta al hogar, la exploración de uno mismo para descubrirse, saberse, reconocerse. De otro modo estamos tan hipnotizados por todo lo exterior que nos vamos irremediablemente alienando, viviendo de acuerdo a los deseos y viejos patrones de los otros, centrifugándonos de tal modo que nos disociamos gravemente y enfermamos de ansiedad, depresión, rabia, honda insatisfacción y amargura. Hay que recobrarse a uno mismo, emprender la recuperación del propio centro, para convertirlo en una fortaleza inexpugnable y ser uno mismo más allá de la imagen, la autoimagen, las apariencias y las fruslerías. Este viaje tenemos que convertirlo en un propósito inquebrantable, en una inspiradora meta. Estamos tanto en lo demás que no sabemos estar en nosotros mismos.
Mediante al viaje interior, vamos ganando en autoconocimiento y paz interior. No hay nada que pague un instante de paz, como dicen los yoguis. Para ello hay que saber escucharse y adentrarse en uno mismo. En el exterior está la diversión y el entretenimiento, pero la quietud solo puede hallarse en uno mismo. Si estamos tanto en lo otro (otreidad) que ya no sabemos estar en nosotros mismos (mismidad), somos un Ulises dando vueltas de aquí para allá sin atinar a recuperar su hogar. La meditación es la vuelta al hogar interior. Detenerse para ser. Sustraerse unos minutos a las fuerzas que nos impulsan a perturbar, para calmar la mente y obtener la reveladora vivencia de ser en reconfortante quietud.

En su esencia el yoga es un viaje hacia el propio ser, más allá de esas fuerzas centrífugas que nos apartan de nosotros mismos. El núcleo del núcleo es la diana interior a la que hay que apuntar, para hallar así el yo más honesto y profundo, lejos de las tumultuosas corrientes del apego y del odio. Yoga es unión y al unirnos con nuestra naturaleza real, nos fundimos con el todo el universo.

jueves, 16 de febrero de 2017

KIMONO


El kimono (着物) es el vestido tradicional japonés, que fue la prenda de uso común hasta los primeros años de la posguerra. El término japonés mono significa ‘cosa’ y ki proviene de kiru, ‘llevar’.
Los kimonos tienen forma de letra "pola" y llegan hasta las partes bajas del cuerpo, con cuellos escote en "tita" y amplias mangas. Hay varios tipos de kimonos usados por hombres, mujeres y niños. El corte, el color, la tela y las decoraciones varían de acuerdo al sexo, la edad, el estado marital, la época del año y la ocasión. El kimono se viste cubriendo el cuerpo en forma envolvente y sujetado con una faja ancha llamada obi.
Antiguamente, el kimono se confeccionaba con un material rústico pero cuando Japón fue influenciando por la cultura china y coreana, se introdujo la seda, haciendo que el kimono fuera un traje suntuoso.

Actualmente, la mayoría de los japoneses utiliza ropa occidental pero acostumbran a vestirse con kimonos en ocasiones especiales como bodas, ceremonias o festivales tradicionales
A cualquier parte del mundo al que hayamos decidido viajar, siempre notaremos que las prendas autóctonas suele ser únicas y diferentes a las del resto de países en donde hayamos estado. Japón no está excluido de esta tradición, pues tiene su propia prenda como muestra fundamental de su cultura, misma que tiene el nombre de Kimono.

Puede diferencia de lo que podría llegar a ocurrir en otras partes del mundo, el Kimono podría ser una prenda que se usa con bastante regularidad por parte de las mujeres en Japón, no siendo utilizadas únicamente en días o fechas festivas como suele ocurrir en otras partes del mundo, en donde sólo para estas celebraciones se suele ocupar a dichos trajes autóctonos. Tanto señoras como señoritas podrán estar usando este Kimono, no existiendo una manera idónea que saber diferenciar a una y otra. Poder admirarlas caminando por la calle es motivo para que muchas personas a que su Cámara fotográfica y empiece a captar tan bellas imágenes en Japón.

Al parecer la historia de este traje típico del kimono se habría iniciado entre el año 794 al 1185 durante el periodo conocido como Heian; históricamente hablando se dice que en dicha época de tiempo las mujeres solían utilizar un traje muy similar a lo que diríamos es una bata coloreada; lo curioso de todo es que el traje o conjunto de esta vestimenta típica contempla a varios kimonos superpuestos, pero bien sujetados para que no se logre notar que son varias capas las que está luciendo una mujer. Japón


Se conoce que antiguamente las mujeres que pertenecían la corte imperial llegan a usar incluso hasta 16 kimonos superpuestos. Este traje típico venía a tratar de identificar la categoría o nobleza que tenía una dama al usarlo; así por ejemplo, los primeros eran fabricados por ser la reina importada, habiendo sido pintados por artistas de renombre; posteriormente fueron apareciendo otros kimonos, pero de algodón. Un dato poco perceptible para una persona que esté haciendo turismo en Japón y que involucra a la forma de colocarse el kimono, está en el cruce de la bata, ya que de forma tradicional esto tiene que realizarse del lado izquierdo sobre el derecho, algo que no se cumple cuando se lo va a usar en funerales.

miércoles, 8 de febrero de 2017

UNA TRIBU EN ÁFRICA


Existe una tribu en África, donde la fecha de nacimiento de un niño no se toma como el día en que nació, ni como el momento en que fue concebido sino como el día en que ese niño fue “pensado” por su madre.
Cuando una mujer decide tener un hijo, se sienta sola bajo un árbol y se concentra hasta escuchar la canción del niño que quiere nacer.
Luego de escucharla, regresa con el hombre que será el padre de su hijo y se la enseña. Entonces, cuando hacen el amor con la intención de concebirlo, en algún momento cantan su canción, como una forma de invitarlo a venir.
Cuando la madre está embarazada, enseña la canción del niño a la gente del lugar, para que cuando nazca, las ancianas y quienes estén a su lado, le canten para darle la bienvenida.
A medida que el niño va creciendo, cuando el niño se lastima o cae o cuando hace algo bueno, como forma de honrarlo, la gente de la tribu canta su canción.
Hay otra ocasión en la que la gente de la tribu le canta al niño.
Si en algún momento de su vida, esa persona comete un crimen o un acto socialmente aberrante, se lo llama al centro de la villa y la gente de la comunidad lo rodea. Entonces, le cantan su canción.
La tribu reconoce que la forma de corregir un comportamiento antisocial no es el castigo, sino el amor y la recuperación de la identidad. Cuando uno reconoce su propia canción, no desea ni necesita hacer nada que dañe a otros.
Y así continua durante toda su vida.
Cuando contraen matrimonio, se cantan las canciones juntas.

Y finalmente, cuando esta persona va a morir, todos en la villa cantan su canción, por última vez, para él.

martes, 7 de febrero de 2017

CONFUCIO



 Confucio,  filósofo chino.
Nació en el clan de los Kong en el país de Lu (hoy Shandong). Hijo de un comandante de un distrito en Lu que falleció cuando Confucio tenía tres años, dejando a la familia en la pobreza. Confucio se casó a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas. Fue criado del jefe del distrito donde vivía. Posteriormente fue maestro y viajó continuamente para instruir a sus discípulos. Ganó fama rápidamente de hombre sabio. Conocido como Kung el Sabio (Kung-Fu-Tsu) Su pensamiento fue introducido en Europa por el jesuita Matteo Ricci, que fue el primero en latinizar el nombre como "Confucio". Lejos de la mística y las creencias religiosas, la enseñanza de Confucio se propone como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. El objetivo no es la "salvación", sino la sabiduría y el auto-conocimiento. Enseñó a sus alumnos los clásicos antiguos de la literatura china. Se cree que cuando contaba 50 años de edad fue nombrado magistrado de Zhongdu, y al año siguiente ministro del crimen de Lu. La justicia fue administrada con imparcialidad y el crimen fue erradicado. Dejó su cargo en el 496 a.C., y viajó por diferentes territorios impartiendo clases. En el año 484 a.C., después de que su búsqueda de un gobernante ideal se revelara por completo infructuosa, volvió por última vez a Lu. Allí falleció y fue enterrado en una tumba en Qufu, Shandong. Confucio no dejó escritos los principios de su filosofía; éstos fueron transmitidos sólo a través de sus discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china.
Resumen de la doctrina confuciana con los principales deberes del hombre de gobierno:
Amar al pueblo, renovarlo moralmente y procurarle los medios necesarios para la vida cotidiana.
Cultivar la virtud personal y tender sin cesar a la perfección.
En la vida privada como en la pública, observar siempre el sendero superior del "Justo Medio".
Tener en cuenta las dos clases de inclinación propias del hombre: unas proceden de la carne y son peligrosas; las otras pertenecen a la razón y son muy sutiles y fáciles de perder.
Tener por objeto final la paz universal y la armonía general.

"Donde hay justicia no hay pobreza"

lunes, 6 de febrero de 2017

OMOTENASHI

¿Qué es omotenashi?
Si buscamos en el diccionario la traducción o definición de la palabra おもてなし OMOTENASHI nos va a dar una definición demasiado “simplificada”.
 Omotenashi = Hospitalidad.

Y si,  (omotenashi) también es hospitalidad, pero esta definición se queda a millones de años luz de lo que significa en realidad y que es algo que va de la mano con la cultura de Japón.
Omotenashi, es hacer o por lo menos intentar que la otra persona (no solamente el cliente) se sienta a gusto.

Omotenashi, son aquellos pequeños detalles, tal vez insignificantes, que convierten las interacciones entre las personas en algo placentero.

Omotenashi, es dar desinteresadamente algo de uno mismo por el bien de otra persona.
Y para muchos que viven o han estado en Japón que han recibido este tipo de servicio, trato o ayuda de alguna manera; y tal vez sin darse cuenta o sin darse cuenta de que esto es omotenashi y solamente con el comentario final de “Esto solo se ve en Japón”
En el tren se puede ver subir un controlador  guiando a un invidente, le dice: “Ya, párese aquí” y lo deja agarrado de un pasamanos. Tres o cuatro estaciones más adelante al abrirse las puertas, otro controlador ya lo está  esperando, le da  el brazo al invidente y le dice: “Ya llegamos, a partir de aquí lo guío yo”. Esto solo se ve en Japón, esto es omotenashi 

A muchos de ustedes les habrá pasado que están perdidos, preguntan por una dirección, por un local o sobre el paradero del bus a alguien y ésta persona los lleva hasta el mismo sitio, así sea en sentido contrario al que se dirigía… Esto solo se ve en Japón, esto es omotenashi (おもてなし).
Hay otros muchísimos pequeños detalles que uno ve por aquí y por allá y que muchas veces pasan inadvertidos o que “debe de ser de esa manera”, pero compáralo con lo que has visto en otras partes del mundo. IRASSHAIMASE, いらっしゃいませ, (bienvenido) al entrar a una tienda, puertas automáticas en los taxis, buen trato hacia el cliente, etc.


Proporcionar el mejor servicio sin esperar recompensa, la gracia y la bondad hacia los demás está profundamente arraigada en la cultura japonesa. En cualquier lugar, hotel de lujo o un hotel tradicional japonés el cliente es tratado como un invitado VIP.


jueves, 2 de febrero de 2017

TAO PORCHON-LYNCH


Tao Porchon-Lynch tiene 98 años, tres prótesis de cadera y, tal y como muestra el marcador que preside su página web, 1.000 días de trabajo a sus espaldas. A su edad esta nonagenaria es la profesora de yoga, en activo, más veterana del planeta. ¿Y cómo se logra esa gesta? “Cuando me despierto por las mañanas me digo a mí misma: "Este va a ser el mejor día de tu vida” “Todo lo que pones en tu mente se materializa, así que trata de no plasmar nada negativo”.
Aunque nació en la India, donde descubrió con ocho años esta disciplina milenaria ("creí que era un nuevo juego"), Tao trabajaría después como modelo en Europa antes de trasladarse a Estados Unidos, donde lleva más de 50 años enseñando yoga. A sus clases en el centro de Nueva York en el que trabaja acuden dos veces por semana una docena de alumnos a los que Porchon-Lynch no se cansa de repetir, con una sonrisa en la boca, que no tiene intención alguna de retirarse.

“Una de las cosas que más me gusta”, cuenta Tao en este vídeo sentada en el suelo y con las piernas entrelazadas, “es cuando logro mostrarle a alguien que dice que no puede hacer algo, que realmente puede hacerlo”. Una filosofía que aplica a sí misma porque, además del yoga, Tao sigue conduciendo, acaba de sacar un libro contando sus experiencias y ha ganado varios premios como bailarina, actividad en la que se inició a los 87 años.
“Yo le enseño baile y ella me da lecciones de vida”, contaba a The New York Times Anton Bilozorov, el joven profesor de 25 años que también acompaña a Tao a los concursos en los que participa y ejerce como su pareja de baile.

Pasada una edad tendemos a rendimos y a dar por sentado que nuestra actividad física ha llegado a su fin. Pero nada más lejos de la realidad. Los profesionales, lejos de desaconsejarlo, animan a los octogenarios a buscar un deporte acorde a sus circunstancias y probar. En pequeñas dosis y realizándose de forma regular, ejercitarse cumplidos los 80 puede aliviar el dolor o los síntomas derivados de ciertas enfermedades y ayudar a sentirse más independiente.
Además, en palabras de Manuel Villanueva, traumatólogo y director médico de Avanfi-tulesióndeportiva.com, “aumenta la participación social, incrementa la calidad del sueño, un beneficio muy de agradecer según se cumplen años, reduce la ansiedad y la depresión, mantiene el equilibrio psíquico e incrementa la longevidad”.
Después de la historia de Tao Porchon-Lynch seguramente no sea necesario volver a repetir los beneficios mentales y físicos que aporta el yoga. Una disciplina que no para de generar nuevos adeptos.
Aunque está más extendido entre los adultos, el yoga crece también entre los niños y algunos colegios lo han incorporado ya a sus actividades