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jueves, 8 de noviembre de 2012

SUELTA TU ALEGRÍA



Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz. Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida, realízalo con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo así te valorarás a ti mismo. Hemos sido creados para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. No te des por vencido, piensa que si se te ha dado la vida, es porque tú puedes con ella. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

3 comentarios:

  1. Hola Ana.Si dices que no nos tenemos que dar por vencidos en la
    vida,porque podemos con ella,no se lo que quieres decir,con lo del
    cambio radical en nuestra vida.Lo que si creo,es que hacer un alto en
    el camino,es bueno para reflexionar y ver la mejor manera de llevar,la
    tarea que nos ha tocado en la vida.Eso si,con la mayor alegría
    posible.Un abrazo.

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  2. Luzdemar, quiero decir, que si en algún momento reconocemos y somos conscientes de no poder lograr nuestras metas, por ejemplo, una niña de siete años que todavía no anda por ciertas causas, ella le encanta el baile, le encantaría ser bailarina de ballet, pues en algún momento esa niña sera consciente de no poder realizar su sueño y tendra que dar un cambio radical, quizas sea cientifica que no tiene nada que ver con el baile, eso si llena de alegría. Un abrazo

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  3. La última oración fue el manjar que culminó esa deliciosa prosa.
    Gracias por compartirlo.

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