PALABRAS
Existen palabras que condensan experiencias, sentimientos, anhelos, incluso una vida. En ocasiones al escuchar palabras como hijo, padre, madre, amigo o especialmente el NOMBRE

Hay palabras sencillas, inmediatas, adecuadas, amables, que son un regalo. Otras dichas con espontaneidad, un adiós, un gracias, un por FAVOR


A menudo una voz amable y sincera es mucho más terapéutica que un medicamento. Un gesto, una voz adecuada pueden cambiarnos el humor al instante. La palabra nos lleva a la risa, alegría, a la ternura desde lo más inesperado. La palabra sorprende, conmueve, enternece, emociona y de igual manera entristece, enfurece, desanima, por eso hay que tener muy en CUENTA

Las palabras nos pueden curar. Con la palabra podemos hacer nuestra alquimia interior y aliviar dolores, concluir duelos, sanar heridas, convencer miedos, soltar yugos, terminar quizás con esclavitudes interiores y exteriores.
Las palabras son mágicas, maravillosas, son la poesía que siempre nos acompaña.