Hoy despedimos al 2013, como el tiempo camina sin parar, parece que fue ayer cuando le dábamos la bienvenida, pero ya se nos va, ya ha pasado todo un año. ¡ADIOS 2013!
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 30 de diciembre de 2013
GRACIAS POR ESTAR
Ha sido un verdadero placer haber compartido con todos
vosotros durante todo este año, momentos mágicos y muy especiales para mí. Cuando
hecho la vista atrás y recuerdo el principio de abrir el blog, que pensaba, que escribo yo, que cuento, de
qué hablo y este año me he superado a mí misma, por eso mi insistencia al decir
y ser tan pesada, que hay que hacer un proyecto, tener un objetivo y entonces
poner todo nuestro propósito e intención en llevarlo a cabo, en conseguirlo,
cuando eso se logra, te invade un bienestar, aumenta nuestra estima, un respeto
y una valoración por ti mismo, al haber alcanzado la meta deseada. En todo este tiempo, vosotros habéis sido
parte fundamental en ese crecimiento y en esa superación que he tenido yo por
publicar y mostraros mi sentir. Sin vosotros queridos seguidores, no hubiese
sido igual, con vuestras visitas y comentarios, lo habéis hecho posible, por
ello os doy las gracias de todo corazón.
Deseo tener las mismas ganas e ilusión para este próximo año,
de seguir haciendo post para todos vosotros y sobre todo para mí misma, para continuar
creciendo como persona.
Me despido de todos vosotros deseándoos que seáis muy felices
en el Nuevo Año 2014, que todos los proyectos, deseos, sueños e ilusiones se cumplan y se os hagan realidad.
UN ABRAZO
PARA CADA UNO DE VOSOTROS DE, PAZ, AMOR Y LUZ.
sábado, 28 de diciembre de 2013
SANTOS INOCENTES
viernes, 27 de diciembre de 2013
jueves, 26 de diciembre de 2013
miércoles, 25 de diciembre de 2013
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
A todos los seres que pasen por el blog, les deseo
unas ¡Felices Fiestas! Un abrazo de Luz, Paz y Amor
martes, 24 de diciembre de 2013
JESÚS
Hoy 24 de diciembre se celebra y se conmemora el nacimiento de Jesús, piedra Angular de la iglesia católica.
Lo que se conoce de Jesús depende en buena parte de la tradición cristiana, especialmente de la utilizada para la composición de los Evangelios sinópticos, redactados según opinión mayoritaria unos 30 o 40 años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudios realizados considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse.
Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.
Todo ello sucedía en el siglo I de nuestra era. Sin embargo, incluso para la exégesis católica más racional, ningún dato relativo a la vida de Jesucristo puede fijarse con absoluta certeza. Jesús, hijo de José y de María de Nazaret, fue concebido en este pueblo de Galilea a tenor del misterioso anuncio que el ángel Gabriel le hizo primero a María anunciándole que iba a concebir el hijo de Dios y después al artesano de que su prometida (aún no se había celebrado la boda) estaba encinta, pero que el fruto de su vientre no era obra de un ser humano sino del Espíritu Santo.
En aquellos días se promulgó un decreto de César Augusto por el que todos los habitantes del imperio debían empadronarse, cada cual en la ciudad de su estirpe. José y su joven esposa hubieron de dirigirse a Belén, en Judea, a unos 120 kilómetros de Nazaret. Probablemente hicieron el viaje en caravana con otros que seguían el mismo camino. La pareja, de escasos recursos económicos, pernoctó en las afueras de Belén, refugiándose en una de las cuevas utilizadas por los pastores. Estando allí, a ella se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, al que recostó en un pesebre porque no tenían sitio en la posada.
El humilde nacimiento de Jesús tuvo lugar en tiempos del rey Herodes el Grande. Por lo tanto, no pudo ocurrir más allá del 4 a.C., fecha de la muerte del tetrarca. Siguiendo a Lucas, Jesús nació en tiempos del censo ordenado por Augusto y efectuado por Quirino, gobernador de Siria. Tertuliano atribuyó ese censo a Sencillo Saturnino, legado de Siria del 8 al 2 a.C.; éste muy bien pudo haber completado un censo comenzado por Quirino. Por ello, se suele aceptar que el nacimiento de Jesús tuvo lugar entre los años 7 y 6 a.C.
El evangelio de Lucas narra los hechos a la vez simples y extraordinarios que acompañaron el nacimiento de Jesús: el anuncio de los ángeles a unos pastores, que acudieron a Belén y fueron los primeros en "alabar y glorificar a Dios por todas las cosas que habían visto y oído".
Mateo, en cambio, narra la visita de tres misteriosos reyes de Oriente que, guiados por una estrella, acuden a adorarlo y le ofrendan oro, mirra e incienso. Previamente, estos reyes "magos" habían pasado por Jerusalén preguntando "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?" Tal pregunta llenó de temor al rey, quien ordenó pocos días después una terrible matanza de niños varones, que la tradición cristiana recuerda cada 28 de diciembre como el Día de los Santos Inocentes. Advertido José en sueños del peligro que los acechaba, José y María huyeron de Belén con su hijo y se refugiaron en Egipto, donde permanecieron hasta la muerte del rey Herodes.
Gran parte de los hechos de la vida pública de Jesús narrados en los evangelios tienen como escenario la zona septentrional de Galilea, en las cercanías del mar de Tiberíades, o lago de Genesaret, especialmente la ciudad de Cafarnaúm, pero también otras, como Corozaín o Betsaida. También visitó, en el sur de la región, localidades como Caná o Naín, y la aldea en la que se había criado, Nazaret, donde fue recibido con hostilidad por sus antiguos convecinos. Su predicación se extendió también a Judea (según el Evangelio de Juan, visitó Jerusalén en tres ocasiones desde el comienzo de su vida pública), y estuvo en Jericó y Betania (donde resucitó a Lázaro).
La originalidad de su mensaje radicaba en la insistencia en el amor al prójimo (Humanidad), así como en su relación estrechísima con Dios a quien llamaba en arameo con la expresión familiar Abba (Padre). Se trata de un Dios cercano que busca a los marginados, a los oprimidos y a los pecadores para ofrecerles su misericordia. La oración del Padre nuestro que enseño y recomendó utilizar a sus seguidores, es clara expresión de esta relación de cercanía con Dios.
lunes, 23 de diciembre de 2013
NUESTRO CORAZÓN
Nuestro corazón es como un cántaro. El cántaro está lleno de
agua y nuestro corazón está lleno de amor.
Con un vaivén, con una sacudida el cántaro derrama agua,
pero no se vacía, porque la boca no es muy ancha. A nuestro corazón le pasa lo
mismo, con una agitación, una decepción, una pesadumbre, una pena…, pierde un poco
de amor, pero si está bien lleno, no llegara a vaciarse y a igual que el
cántaro que podemos rellenarlo de agua, podemos volver a llenar nuestro corazón
de amor. Lo podemos hacer sacando de nuestro baúl de los recuerdos, todo
aquello por lo cual hemos ido acumulando amor, como anécdotas, frases,
momentos, comportamientos auténticos de amor…
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Entonces nuestro corazón empieza a resurgir, a henchirse, a
abrirse como una flor, lleno de amor e incluso más colmado que antes del incidente.