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lunes, 30 de noviembre de 2015

DECEPCIONADA



Hoy estoy un poco decepcionada, bueno más que decepcionada, sorprendida.
Yo normalmente cuando alguien se hace seguidor de alguno de mis dos blogs, acto seguido voy al suyo si lo tiene y me hago seguidora, unas veces me gusta mucho el contenido de dicho blog y otras veces no tanto pero tengo la deferencia  con la persona que se hizo seguidora del mío.
A mí me encanta tener seguidores de todas partes del mundo  y ahora como casi todos los blog tienen traductor  no hay problema de no entenderlos. Se aprende de ellos, pasa igual que viajar. Viajando nos impregnamos de otras culturas pues con los blog también se percibe otro modo de pensar  y nos muestran por medio de fotografías lo hermoso que es su país y su entorno.
Yo estoy muy agradecida a todos esos seguidores que visitan mi blog de distintos países. Cuando  abro el blog y veo que cada día  de Estados Unidos  pasan sobre trescientos, los mismos que de España, de Rusia noventa y de Alemania igual y así sucesivamente de muchos países.
Dicho esto,  os cuento por qué de esa sorpresa.
El otro día pase a un blog y tenía unas fotos muy bonitas, fui a dejar un comentario y de pronto pensé “voy a hacerme seguidora”, cuál fue mi sorpresa cuando me dice que estoy bloqueada por el administrador de dicho blog. Lo primero que pensé fue “pues que le he hecho yo” no entendía  porque me había bloqueado. Luego mirando otros blog y leyendo comentarios, legue a la conclusión que hay blog que sus administradores quitan seguidores, porque estos seguidores no pasan por el blog o no dejan comentarios, en fin cada persona tiene su forma de pensar.
Es verdad que a mí no me da tiempo a pasar por  todos los blogs que sigo, pero cuando puedo sí que los visito, quizás cometo el error de no dejar comentario y no saben que les he hecho una visita.

Quiero deciros que estoy encantada de tener seguidores, así que no seáis tímidos y haceros seguidores, a ver si veo los mil. Jajaja. Un abrazo para todos.

lunes, 23 de noviembre de 2015

¡GRANADAS!



Un estudiante fue con un maestro para aprender el arte de curar. Vieron venir a un paciente y el maestro dijo:
-Este hombre necesita granadas para curar.
El estudiante recibió al paciente y le dijo:
-Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita.
El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo. El estudiante corrió a su maestro y preguntó qué es lo que había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente:
-Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe.
Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones. El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo:
-Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate.
El paciente interrumpió exclamando:
-¡Granadas!, ¿y eso es lo que podría mejorarme?.
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender.

El remedio es la mitad de la cura, la otra mitad es la respuesta de aquel a quien se cura.
Este cuento lo publico el blog Pensamientos ... y como me gusto mucho se lo pedí prestado para publicarlo aquí.


lunes, 16 de noviembre de 2015

UN 16 DE NOVIEMBRE






Un día como hoy hace ya unas décadas, nací yo, a las veintidós treinta y el día era martes.
Con ese motivo me he puesto a pensar y he llegado a la conclusión que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivido hasta ahora.
Por eso quiero vivir sin desperdiciar ni un solo momento. Quiero saborear profundamente y degustar con conciencia cada instante del tiempo que me quede. No quiero perderlo en nimiedades. Ni tampoco con gente trivial e insípida, Quiero vivir al lado de gente buena, de buen corazón, compasivo y sensible, que defienda la dignidad humana. Que la sencillez, forme parte de su día a día. Quiero rodearme de personas, que sepan tocar el corazón de los demás.
Personas que a pesar de recibir duros  golpes, la vida les enseñó con toques suaves en el alma,  a crecer en sabiduría y espiritualidad.
Así que quiero vivir mi tiempo con intensidad y a la vez sin prisas, sacando el jugo de cada cosa o situación. Derramando compasión e impregnando el camino con mi esencia de amor.
Doy las gracias a la vida por todo lo que me ha dado, que ha sido mucho. En su día no entendía lo negativo que me daba, con el tiempo también le doy las gracias por ello, porque esos momentos duros me sirvieron para convertirme en la persona que soy hoy.

En estos momentos de mi vida  me felicito, porque he buscado en el fondo de mí ser y de mí  corazón y no he encontrado odio ni rencor, solo amor incondicional.